DEAR JOHN | taekook

04: pain

shinra tensei ahre, perdón soy narufan

— 고통 —

El aire se condensó, el ambiente se puso denso de repente.

Y oh, Jeon Jungkook podía sentir ese peso sobre su persona.

Las piernas le temblaron sin remedio, sin pudor, sin molestarse en ser modesto por disimular ni por mostrarse del todo excitado. Era como si su consciencia se hubiera reducido a la simple capacidad de permanecer consciente.

La cuestión residía en el momento en el que existía, la milésima parte de un día, la innumerable respiración de su vida y la indescriptible mirada que él le entregaba y le daba sentido a esa subsistencia tan neutral.

Taehyung, carente de algún tipo de aviso previo, caminó hacia él.

Sus pies descalzos golpeando el piso de madera a paso firme, el cuerpo delgado flojo en su andar, el aroma de su perfume mentolado siendo lo primero que Jungkook percibe y la finura de sus rasgos faciales siendo lo segundo, la iluminación de la calle ayudando.

Joder.

"Jungkook..." susurró frenando a inadecuados centímetros de su alumno, inclinándose para mirarlo de frente. "Tú..."

El chico tiembla cuando siente la respiración ajena sobre su arco de cupido, completamente impávido y fuera de lugar, un tanto húmedo por la cercanía. Las pupilas negras se dilatan volviendo sus ojos más grande y bonitos, dándole la apariencia tan ecléctica que tiene cautivado a su profesor, aquella que sólo aparece cuando se doblega ante el aura de dominancia.

¡¿Yo qué?!, quiso gritar.

"Yo..." la exaltación en su mirada delataba su curiosidad por saber lo que el hombre dirá.

Se estremece cuando las manos están a punto de tocarlo y sólo puede implorar que sí, que lo toque completamente como si fuera su pertenencia, que lo acaricie hasta que su cuerpo tome forma nuevamente y viva de una manera que sólo es posible cuando Taheyung tiene el atrevimiento de hacerlo. Esa forma de padecer es su favorita, la de no pedir permiso para caer y simplemente hacerlo.

Los labios de Taehyung se alza en una sonrisa altanera, casi arrogante por verlo así.

"Tú..." suspira las palabras. "Tienes una forma muy particular de existir"

Alza las manos abiertas, dispuestas, con intenciones de satisfacer la necesidad que ambos tienen de sentirse el uno al otro.

Jungkook lo espera, aspira profundamente llevándose consigo lo poco de cordura que le queda y permanece estático queriendo que Taehyung llegue, se adueñe de él y le demuestre esa belleza que tanto le aclamaba, pero se sorprende cuando las manos del mayor toman las suyas. No es que no le gustase, todo lo que tenga que ver con ese hombre le gusta, no obstante no era lo que creyó que pasaría.

Y ese pensamiento es lo que demostró que seguía siendo alguien muy inocente.

Taehyung sonrió mientras se llevaba las manos del muchacho a sus labios, besando fugazmente las yemas de los dedos antes de deslizarlos por su propio cuerpo hasta el cinturón que mantenía sus pantalones en su lugar.

Oh, Jungkook entiende lo que él quiere y reacciona ante ello.

"¿Cuál?" indaga el muchacho mientras maniobra la hebilla del cinto con habilidad, deshaciendo la unión.