13: sweet

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perdón por tardar, estuve enferma :c
gracias por leer <3

also, estuve editando y corrigiendo the way i lived you y we will always have busan, si quieren leerlas, son lindas y no les van a robar la estabilidad mental como esta ahre


— 달콤한 —


¿Cómo es que Jungkook llamaba a la situación?

Oh sí, una comedia trágica.

Porque es gracioso ver ese hombre sentado frente suyo, simulando comer la cena de espárragos que sus padres habían hecho para la ocasión, negando el vino que Kyungsoo le ofrecía por temas de manejo y básicamente actuando como si nada ocurriera.

Es cómico para Jungkook porque lo tiene ahí mismo, tan cerca que podía sentir los latidos del corazón. Convive en un mismo espacio con él, y Taehyung ni siquiera lo mira; cuando un día antes se lo comía con la mirada.

Y con la boca.

Pero por otro lado es trágico ver la mano de su hermana al lado de la del pelinegro con el enorme anillo decorando el dedo anular izquierdo.

Un mes viéndolo y aún le duele, septiembre duró tan poco.

Taehyung sonríe y conversa con total naturalidad, desenvolviendo una charla cómoda, parece ser auténtica, con el aire espontáneo escapando de sus labios cada vez que los abre para decir alguna palabra.

Y eso de cierta manera a Jungkook le molesta.

Lo mira -obviamente de manera disimulada- y nota que el hombre no está siendo realmente él. El chico conoce la verdadera sonrisa de Taehyung, los ojos se le hacen chiquitos, las mejillas se le abultan y arquea las cejas mientras deja a la vista la hilera de perfectos dientes. Y Jungkook puede darse cuenta que como el hombre sonríe ahora mismo, no es su sonrisa real, no es la sonrisa que le dedica a él.

O la que quiere creer que es su sonrisa verdadera.

Y tampoco lo son sus gestos.

Taehyung suele hablar pausado, con tono de voz tranquilo y usa las manos para enfatizar sus palabras con ademanes suaves y ligeros. Manos de pianista le decía Jungkook y el hombre se reía mientras le hacía cosquillas debajo de las sabanas.

Pero en este momento, esas sutiles gesticulaciones que en algún momento llegaron a atraerle, a Jungkook le parecen forzadas y toscas.

Jesús, Jungkook aparta la mirada cuando se da cuenta que quizás lo está observando de más.

Es que Taehyung es demasiado magnético como para no mirarlo. Si de por si ya era un hombre apuesto, la camisa blanca haciendo juego con el blazier negro, realzan su belleza natural. Nada pretencioso, nada llamativo ni estridente, sólo él con su inefable presencia.

Y es eso lo que tiene al menor babeando sobre su plato.

Jungkook vuelve a desviar la mirada. Joder, ¿Estará sobre analizando la situación?

Eran una familia común y corriente, cenando un sábado a la noche. No había nada de raro con eso, ¿no?

"Jungkook-ah" su madre lo llama y el joven se obliga a sí mismo a despabilarse. "Pásame las arvejas"

El chico hace caso y toma el bol de las verduras desde el otro extremo de la mesa e intenta, jura que intenta pasarlo de una, pero no llega.

Su pulso sanguíneo se acelera y presiente que el corazón se le va a salir de su pecho cuando Taehyung, pretendiendo ser un buen caballero, toma el bol que Jungkook extiende y roza, claramente de forma intencional, la mano del chico.

DEAR JOHN | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora