DEAR JOHN | taekook

02: scars

— 흉터 —

Kim Taehyung nació con un don inigualable.

El de ver más allá de las cosas.

Aquel talento que los artistas ruegan por tener porque su ojo visualiza cada parte de su panorama y lo convierte en sentimientos, en finos trazos de delirios que pinta en su mente. Por eso, su sensibilidad artística sería envidiada por el mismísimo Van Gogh, aquel pintor que él tanto admira.

Y Taehyung tiene esa capacidad para ver que la persona debajo suyo no es humano.

No puede serlo, no con esa belleza.

Debe de ser algún ángel olvidado en la asunción al cielo, alguna ninfa que Ulises se olvidó de describir, un hijo perdido de Zeus que este no se atrevió a reconocer debido a que el poder que posee el chico de doblegar a los hombres a sus pies es simplemente monstruoso. Y así tiene a Taehyung, su profesor, a sus pies.

"Jungkook" y aquel nombre se vuelve carne bajo las palmas de sus manos. "¿Qué se siente crecer siendo así de hermoso?"

Ese chico, la octava maravilla del mundo aún no proclamada, lo escucha y tiembla cuando las uñas del hombre le rasguñan superficialmente, muy sutil, ambos muslos. Y es que Taehyung está a punto de perder la cabeza al ver la piel desnuda de aquellas piernas porque le pidió al chico que usara su camisa.

Solo su camisa.

Y obviamente, Jungkook aceptó encantado.

Allí estaba el hermoso muchacho, vestido simplemente con la camisa que su profesor había usado ese día para dar clases, los tres botones superiores desabrochados, el largo cabello suelto en ondas sobre la almohada y abierto de piernas sobre la cama, sin dejar nada a la imaginación.

Kim Taehyung estaba aturdido por la sublime vista ante sus ojos, no creyendo ser digno de ella, mientras se subía arriba de él y se acomodaba entre sus piernas.

"¿Qué pasa, hyung?" Jungkook sonríe de lado, mordiendo parte de su labio inferior. "¿Te gusto?"

El mayor ladeo la cabeza y mira completamente serio, sin ninguna expresión en su rostro que pudiera delatar el sacudón de su pecho explotando de sensaciones místicas al presenciar la existencia de tal preciosura siendo tocada por alguien tan simple y mundano como él.

"¿En serio piensas ser insolente?" le preguntó apretando el interior del muslo izquierdo con la rodilla, abriendo aún más sus piernas, todo lo que las articulaciones le permitían, el tope de la exhibición.

Jungkook gimió con válidas razones para hacerlo porque al abrirlo de esa forma, no sólo que su ingle sintió una leve descarga eléctrica debido a la fuerza a la que estaba sometida, sino que su erección ganó espacio para expandirse y el roce de la pierna ajena sobre ella lo estimuló. Taehyung bajó la vista y sonrió para sus adentros al verlo duro bajo la camisa.

"Además, pareces estar más emocionado que yo" agregó con tono burlón.

Las mejillas del menor adquirieron un tono rojizo, cercano al bermellón, pero eso no le impidió seguir sonriéndole con cierta lujuria impregnada en el carmín de sus labios.

"Es que me da curiosidad qué pensarán tus alumnos si se enteraran que la camisa que su profesor usa para darles clases, también la usa para follarse a uno de sus estudiantes"

El chico se estremeció y tenía cada fibra nerviosa de su organismo concentrada en la mano del hombre ascendiendo por el interior de su muslo izquierdo.