26: regrets

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holis, volví



—후회—




"¿Cómo te sientes?"

Taehyung reacciona ante esa pregunta y lleva su mano a su rostro para alzar el paño húmedo que cubre sus ojos.

Ve a Soyoung de brazos cruzados y de pie al lado del sofá donde él está acostado, sobrellevando la migraña más severa que lo ha atacado desde su adolescencia.

Se lame los labios y los halla secos porque ni siquiera se pudo levantar a tomar un paso de agua que sentía que el cerebro presionaba contra la parte delantera de su cráneo y sus globos oculares saldrían de sus órbitas.

"Peor que hace dos horas, pero mejor que hoy a la mañana" contesta con sinceridad.

Soyoung observa al hombre y presiona los labios.

"¿Por qué te agarró tan de repente?"

"No lo sé" Taehyung responde negando con suavidad, la mitad del rostro cubierto por el pañuelo. "Creí que había superado estos ataques"

"¿Será que estás bajo mucho estrés?" Ella inquiere.

Taehyung analiza la pregunta y ahonda en lo profundo de su subconsciente, aquella porción inalcanzable donde su cabeza se entremezclan con sus sentimientos y obtiene una respuesta, o mejor dicho, una hipótesis de lo que le pasa.

Todo es psicosomático.

Seguro que está bajo mucho estrés, pero su estrés tiene nombre, apellido y una sonrisa hermosa.

Y es la posible causa de su insomnio, su migraña y de la dureza en su pecho.

Pero tampoco es enteramente su culpa, él mismo tiene su aporte en la situación que lo tiene así, sin dormir y con la cabeza en constante trabajo hasta llegar al punto que arruina su salud.

Traga saliva, la nuez de adán se mueve y respira con profundidad, dándose cuenta que el aroma a vainilla del lugar empeora su estado.

"Es posible"

Soyoung, no precisamente preocupada, pero sí con la obligación de velar por el bienestar del hombre con quien comparte un anillo, ladea la cabeza.

"¿Quieres que te traiga algo?"

"Un vaso de agua, por favor" Taehyung le pide y alza la mano para tomar el trapo en su cara. "¿Y podrías mojarlo? Ya casi está seco"

La mujer asiente a pesar de que su esposo no la vea porque tenga los ojos cerrados ya que la luz directa lo destruye, toma el pañuelo y se dirige a la cocina.

Taehyung escucha los pasos alejarse y separa un poco sus párpados para observar el techo de su departamento.

Debe ser un tipo de castigo.

El karma decidió que merecía una pequeña muestra de su poder. Al final, tantas mentiras sembradas tienen sus frutos y son tan venenosos que una sola mordida podría matar a cualquiera que lo coma. Él mismo sembró esas semillas, él las alimentó y provocó que florecieran y dieran frutos.

Taehyung podría matar a tantas personas con esas mentiras, pero el universo de alguna forma parecía advertirle que él sería el primero en probar esa pócima tóxica.

DEAR JOHN | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora