33: unmask

1.9K 142 110
                                    

no pensaba tardar tanto en actualizar, pero pasas que cosan, perdón

—마스크를 풀다—


Soyoung es una mujer consciente de su carácter y la inmediatez con la que su paciencia disminuye al grado en que su lado más oscuro sobresale en su actitud.

Podría describir sus defectos uno por uno porque los entiende y saben que existen y todo debido a que tiene una razón de ser. 

Siempre la tuvo, para todo.

Por eso, si bien no es experta en psicología y nunca se interesó por esa rama científica, sabe que lo que hace ahora tiene por detrás, al igual que su forma de actuar, una causa.

Una persona.

Si bien no preparó el desayuno como tal, hizo café para dos tazas, tostó cuatro rodajas de pan y dejó una manzana sobre la mesada.

Ella está en la mesa de la cocina, tranquila. Oye el ruido del agua de la ducha golpear contra el azulejo del baño y el sol entrando por la ventana baña la planta marchita de su esposo que ella puso cerca con la esperanza de que reviva.

En silencio se lleva la taza de café a sus labios, el bálsamo queda impreso en el borde y ella lo mira mientras el bullicio de la ducha cesa. Al cabo de cinco minutos, la puerta del baño y ella de espalda a él, escucha a alguien caminar por el departamento.

El aroma a champú de vainilla llega a su olfato cuando los pasos se adentran en la cocina.

Soyoung se voltea, mira a su esposo quien, con el cabello negro sobre su frente y una toalla alrededor de su cuello, le devuelve la mirada.

Ella sonríe, tímida.

“Hice café de más”

Es lo primero que le dice en la mañana y le señala la jarra con el líquido amargo dentro, al lado están las tostadas y más allá la fruta.

Taehyung observa en silencio.

“Gracias”

Es lo único que él le responde mientras se acerca a la mesada y se sirve el café en su taza favorita.

Soyoung se gira de nuevo y espera que Taehyung se siente a su lado, incluso había acercado la silla a la suya.

Más bien, una vez el refrigerador se cierra y el choque de porcelanas se oyen, los pasos que ella pensó que se acercaban, se alejan.

Ella se gira tratando de ser disimulada para observar por encima de su hombro a Taehyung, con la taza en una mano, el plato con tostadas en la otra y la manzana en su boca caminando hacia el sofá y cómo se sienta en él. 

Su propio esposo prefiere comer sentado en el sofá, encorvado y con la comida lejos antes que con ella.

Soyoung se decepciona.

Sin embargo, Taehyung no puede decir que lo hizo a propósito o con intenciones de herirla. 

Es simple la costumbre de la distancia incluso en algo tan cotidiano y matrimonial como lo es compartir el espacio de tiempo de calidad. Taehyung sigue el patrón que por semanas sostuvo, hasta casi meses, porque perdió el hábito de ver a su esposa mientras come.

Muerde la manzana mientras se abstrae del mundo porque podría usar su celular o prender la televisión, pero prefiere mantenerse enfocado en el brillo del rayo del sol contra la caoba del piso de madera.

Hoy es jueves.

Debe dar clases a sus alumnos de segundo año de ingeniería, debe ver a Jungkook.

Suspira al recordar aquel detalle que inconsciente o conscientemente decidió omitir toda la mañana y es que no sabría decir a ciencia exacta que hubiera sido capaz de levantarse si se acordaba de aquello.

DEAR JOHN | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora