DEAR JOHN | taekook

19: fools

jiminie pabo
sé que no actualizo hace más de un mes, pero me quebré jajaja, perdón

— 바보 —

Yuri cruza la puerta de entrada a su casa y se sorprende al ver a su hijo sentado en el sofá de la sala con un libro en mano.

"Kookie"

Los grandes ojos se desvían hacia ella y una leve sonrisa se posa en los labios del muchacho.

"Hola, mamá" Jungkook le da la bienvenida a su madre. "¿Cómo te fue en el trabajo?"

La mujer parpadea mientras deja el bolso de trabajo sobre la mesa de entrada y se agacha para quitarse el calzado con la mano libre.

"Bien, mi amor" se endereza y camina descalza por el living de su casa con las bolsas de compras en su mano derecha. "Qué raro verte aquí tan temprano, ¿no tienes que estudiar hoy?"

Jungkook sonríe levemente para evitar que el nudo nacido en su estómago y transportado hasta su garganta sea evidente para su madre.

Es que no debería estar ahí.

Los martes a la tarde, casi noche, son de Taehyung.

De él y de Taehyung, de ellos.

Dobla la página del libro que lee, cosa que si fuese uno de los suyos le daría un ataque, pero como notó que el dueño lo ha hecho mientras lo leía, él también lo hace; y le otorga a su madre su atención.

"No, por suerte" miente de manera magistral, sin pestañear ni dejar visible que lo que dice es verdad porque no tiene estudio pendiente, pero la razón de por qué está en su casa no es esa. "Decidí volver a casa"

Yuri asiente porque decide no meterse en los asuntos de su hijo.

Comienza a caminar por el lugar, cruza la casa la sala hasta la cocina y deja las bolsas de nylon con comida dentro arriba de la mesada de granito.

Jungkook la sigue con la mirada y ve a su madre siendo la mujer más linda que alguna vez vio. Quizá es lo que todos los hijos creen de su madre, pero es que Yuri tiene el cabello caramelo, largo y lacio, los ojos castaños como los suyos y los labios pomposos, parecido a los de Seokjin.

Es muy bonita y una buena persona, entiende por qué su padre se enamoró de ella.

La mujer alza la cabeza y nota que tiene encima la mirada de su hijo. Frunce las cejas, creyendo que algo pasa porque aunque Jungkook siempre fue un tanto inexpresivo, ella aprendió a leer sus silencios.

"¿Qué pasa, mi cielo?" susurra con suavidad.

La voz acaramelada que Jungkook tiene en sus memorias como quien le cantaba las canciones de cuna las veces en que tenía sus ataques de pánico durante su infancia.

Jungkook la mira y siente culpa.

Esa misma mujer corrió durante años del trabajo para retirarlo luego de sus sesiones con el psicólogo, o de la escuela porque estaba teniendo un ataque de pánico por los maltratos de sus compañeros.

Es la misma que durante años lo abrazó las noches que Jungkook se despertaba por la misma pesadilla de verse cubierto de la sangre de su padre, que le limpió las lágrimas las veces en que la depresión lo golpeaba y que a sus catorce años lo llevó inconsciente al hospital.

Su madre hizo y hace tanto por él, pero él le miente.

Sin embargo, es vez de decirle que lo siente, que la ama y que sólo quiere verla tranquila y por eso le miente, sólo sonríe.