—미치광이—
Jungkook tiembla.Esa es la reacción que su cuerpo da como respuesta ante el estímulo que el suave toque en su lóbulo le genera.
"Me gustan tus aretes"
La voz de Taehyung acaricia sus oídos, el elogio le tiñe las mejillas de rojo y el dedo que toca su oreja se aleja lentamente, dejando su rastro tatuado en la piel.
Se los había puesto para él.
Y Jungkook sólo puede concentrarse en no desmayarse de la cantidad de palpitaciones que su corazón da por segundo.
Aspira profundamente buscando el coraje necesario para alzar la mirada y cuando lo hizo, esos ojos negros, dos obsidianas pulidas le sonrieron junto con los labios de una forma tan sublime que se halló perdido en sí mismo al verla.
"Gr-gracias" simplemente pudo decir con el débil hilo de voz disponible, sus cuerdas vocales temblando al hacerlo.
Taehyung responde ampliando la sonrisa y bajando la mirada hacia el libro sobre la mesa del comedor, donde ambos estaban sentados, estudiando porque el examen final de Jungkook estaba cerca. El departamento vuelve a ser para ellos solos, pero no habían tenido ningún acercamiento de ese tipo desde el domingo, cuando la inoportuna llegada de Soyoung los hizo separarse y pretender que nada había pasado, cuando en la simple realidad, habían sentido todo lo humanamente posible.
Y más.
Sin embargo, la tensión entre ambos es tajante este miércoles por la noche.
Son pequeñas partículas que permanecen en el aire intensificando su densidad.
Jungkook se ve en la obligación de decir algo por lo que dejó el lápiz que sostenía en su diestra y se cruzó de brazos sobre la mesa, atreviéndose en acercarse al hombre y acariciarle la pulsera de plata en su muñeca con la punta del dedo índice.
"Me gusta tu brazalete" susurra tratando de controlar su voz, no apartando la vista del brillo plateado, pero si la mano con timidez.
Taehyung vuelve a sonreír sintiéndose extrañamente cómodo con hacerlo.
"¿Ah sí?" se inclina hacia el menor percibiendo como éste se estremece. "A mí me gustan tus labios"
Oh, Dios.
Jungkook sólo puede rogar por aire al alzar la mirada y encontrar el rostro maduro, construido a consciencia para ser el significado de la belleza pura, tan cerca suyo. Tanto que podría tocarlo, pero algo tan etéreo no debe ser manchado por una existencia tan ordinaria como la suya.
Taehyung lo mira minuciosamente, no escatimando tiempo de su vida en grabarse las hermosas facciones, desde los ojos, reflejos inéditos del cielo nocturno plenilunio completamente revestido de estrellas; hasta el lunar que se dibuja debajo de esos labios, aquellos que había probado, que sabía que le pertenecían.
No es alguien distraído, sabe que Jungkook se esforzó en verse arreglado seguramente para su encuentro.
El cabello negro lacio y estratégicamente peinado para enfatizar sus bellas facciones, los puntos focales como las ojeras o la cicatriz del pómulo cubiertos con base de maquillaje y los pequeños detalles como los pendientes de plata colgando en sus orejas o el brillo del bálsamo en sus labios.

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DEAR JOHN | taekook
Fiksi PenggemarTaehyung, un docente universitario se involucra demasiado con su alumno, Jungkook. El verdadero problema es que ellos comparten un lazo mucho más profundo del que deberían. "Jungkook" y aquel nombre se vuelve carne bajo las palmas de sus manos. "¿Có...