favorite. (diluc x lumine)

envidia

Lumine salió del laboratorio junto a Venti, y los dos empezaron a andar en dirección al aula.

—Hoy tendrás que verle la cara al chico ese, ¿cómo te sientes?

—Igual que cuando lo conocí, asqueada.

Los dos rieron, aunque Venti se quedó parado al instante alzando una ceja, y Lumine también se quedó parada, y al girarse, ladeó su cabeza extrañada.

¿Este tío quién era?

—Hola, ¿Lumine?

Lumine sentía a Venti babear por el chico, pero ella... Uhm, no sentía lo mismo.

—Sí, ¿qué ocurre?

En los ojos de Venti salían chispas.

—Bueno... soy Kaeya, te he visto varias veces por los pasillos y por el patio y... quería decir que me pareces muy guapa.

Lumine sonrió malvada, y se cruzó de brazos para mirar a Venti.

—Ve hacia clase, ahora voy.

Venti entendió rápidamente a Lumine.

¡Menuda envidia le tenía! Por la sonrisa había visto que a Lumine no le interesaba ese chico en lo absoluto, ¡ojalá ser mujer en ese momento!

—Si ocurre algo, me avisas.

Susurró él para ir apenado a clase.

—Entonces, ¿qué es lo que quieres de mí?

Lumine revisó de arriba a abajo a Kaeya, provocando que este se pusiera emocionado.

¡Genial! Esa chica estaba interesado en él.

Era guapa, ¿de verdad Diluc no era gay?

—Quién sabe, a lo mejor poder ir a desayunar juntos, o tu número de teléfono...

—O acostarte conmigo, ¿o me equivoco?

Lumine había apreciado que la piel de ese chico era increíblemente bonita.

Sentía su boca hecha agua, se le notaban las venas en los brazos y... le volvía loca.

Ese chico era muy guapo, pero era como ella, y odiaba a la gente que se parecía a ella.

Pero, perfecto para comer, ¿no?

Kaeya tragó duro de su garganta, y al ver el semblante tranquilo de Lumine, rió nervioso.

—B-bueno... ehm, ¿te molestaría si te dijera que sí?

—No, porque pienso lo mismo.

Kaeya le iba a meter una bofetada a Diluc. ¡Esa chica era muy fácil! ¡Le podría haber quitado la virginidad al instante!

Diluc entró al pasillo, y se quedó quieto al ver la figura de Lumine.

Estaba hablando con Kaeya.

Los dos chicos hicieron contacto visual, aunque Kaeya al instante lo rompió.

Su hermanastro era imbecil. Había echado a perder una gran oportunidad.

—Pero ¿sabes qué? Tengo novio.

La mueca torcida de Lumine puso en total alerta a Kaeya, y este solo abrió los ojos impresionado.

—¿Cómo? ¿Qué tienes novio?

—Sí, seguro que lo conoces. Se llama Ajax, o seguramente lo conocerás como Childe.

¡Ese capullo iba a su clase! ¡Para no conocerle!