favorite. (diluc x lumine)

azotea

Eula escupió sangre al suelo, y se quitó con la mano la sangre que corría de su nariz.

—Es cierto que soy mujer y resulto ser más débil, pero hago muchísimo deporte. Y tú, te sobrevaloras solo por ser hombre y estás todo el día tumbado en el sofá.

Diluc posó una mano en su vientre por el dolor que sentía, y él negó con la cabeza.

—Siempre te vas fijando en qué somos y te excusas con ello. Me da igual que seas mujer, te voy a exterminar igual.

Eula corrió hacia él, aunque Diluc se quedó quieto.

Cuando la tuvo delante suyo, en la distancia perfecta, la agarró del cabello y la tiró al suelo con toda su fuerza, haciendo que ella se quedara inmovilizada.

El cuerpo de Eula convulsionó un par de veces por el fuerte golpe en la cabeza, y soltó un balbuceo moviendo su cabeza buscando algo.

Su visión estaba completamente borrosa y casi tocaba la inconsciencia. Su cuerpo estaba paralizado y ni podía hablar.

Diluc la cogió en brazos, y fue con ella hasta un rincón con solo barandillas, y la dejó colgando del alféizar.

—Adiós Eula, fue un placer que nuestros caminos se encontraran.

—¡Diluc!

El mencionado al instante se giró, y abrió los ojos al ver a Lumine llorando.

—¡Déjala en el suelo!

Ordenó ella yendo hacia él, y le empezó a pegar golpes en el pecho sollozando.

—¡Estás loco! ¿¡Qué crees que estabas haciendo!?

Diluc tiró el cuerpo de Eula al suelo, y posó sus manos ensangrentadas en sus hombros, pero ella al instante se separó con rechazo.

—¡No me toques! ¡Vete de aquí! ¡Aprovechaste que me quedé dormida para actuar como un monstruo!

—¡Pero Lumine! ¡No sabes cómo es ella! ¡Ella debe de desaparecer de aquí!

Lumine se agachó para poner en su regazo la cabeza de Eula y sollozó aún más fuerte mirándole con terror.

—Estás jodidamente loco.

—¡Ella te forzó Lumine! ¿Por qué la defiendes?

—¡Porque no merece morir joder!

Lumine abrió su mochila, y empezó a tirar todas sus cosas a Diluc.

—¡Vete de una vez! ¡No quiero que me hables más! ¡Me das miedo Diluc!

El pelirrojo gruñó con rabia, y cogió su mochila para irse corriendo de la azotea.

Lumine solo se quedó sollozando escuchando como Eula balbuceaba.

Suerte que Venti le había avisado de donde se había ido Diluc, porque si no... iba a ser demasiado tarde.

Diluc era alguien peligroso. Era alguien agresivo.

Pero ella quería abrazarle.

Sabía que estaba mal.

No debía de estar cerca suyo.

Pero... ella solo quería abrazarle y que él le explicara lo que ocurría.

[...]

Lumine cerró la puerta de la ambulancia, y suspiró limpiándose el maquillaje corrido.

—¡Lumine! ¿Qué ha ocurrido?

—Eula se ha intentado suicidar.

¿Por qué mentía?