Diluc abrió los ojos, y levantó la cabeza para ver quienes estaban en la mesa.
Había un gran manjar encima de la mesa, y estaba Kaeya hablando animadamente con Lumine.
Lumine al darse cuenta de que Diluc estaba despierto, sonrió ampliamente ladeando su cabeza.
—Buenos días.
Él se levantó y fue hasta la mesa, y miró a Kaeya y después a Lumine y Kaeya siguió hablando.
—Sí, este es mi hermanastro.
Lumine soltó una risilla negando con la cabeza.
—Quién diría que vosotros dos formáis la misma familia.
—Familia política, me moriría del asco si me entero que este es mi hermano biológico.
Especificó Diluc mientras se sentaba para ver que delante suyo había un plato entero de panqueques bien hechos, y también había sirope, chocolate fundido, café...
Había de todo.
¿Todo eso lo había hecho Lumine?
—He tendido la ropa que manché ayer. Muchas gracias por haberme dejado el estar aquí anoche.
—Vete.
Kaeya abrió los ojos impresionado, y se levantó reprochante para fruncir el ceño.
—¿Qué dices?
—Sí, me iré ahora.
Lumine hizo una pequeña reverencia sin quitar su sonrisa hacia Diluc, y se despidió con la mano de Kaeya.
—Muchas gracias por todo. Nos vemos mañana en la universidad.
Y Lumine se fue de la casa al instante.
Kaeya pestañeó varias veces, y miró al pelirrojo enfadado al ver como él comía con tranquilidad.
—Nos ha hecho el jodido desayuno y nos ha limpiado toda la casa, ¿me estás diciendo en serio que la vas a echar?
—Yo ya te dije que cualquier novia tuya no sería bienvenida en esta casa, Kaeya.
Diluc clavó sus ojos en el otro, y este volvió a sentarse para suspirar.
—Eres un jodido capullo.
—No me interesa que Lumine esté aquí, y sobretodo sabiendo que ayer te la ibas a follar.
Kaeya se quedó quieto al escuchar el tono celoso de Diluc, y siguió comiendo en silencio.
—A Lumine le gustas.
—Cállate.
—Me preguntó todo lo que te gustaba para poder cocinarte. Aparte, a ti te ha hecho tres panqueques más que a mí, y encima tus tostadas están mejor hechas que las mías. Las tuyas tienen una consistencia perfecta; doradas y ni muy crujientes y ni muy blandas. Las mías tienen un color dorado pero las ha dejado medio minuto más que las tuyas haciéndolas más crujientes.
—Ya te dije que me da igual.
—¡Me jodiste el follar con ella y encima le rompes el corazón! Eres un capullo.
Kaeya se metió un buen trozo de panqueque en la boca para masticar enfadado, y él solo rodó los ojos para callarse.
—Aparte, ¿qué le gusta de ti? ¡Yo soy más guapo y listo! Tú te tienes que quitar la barba los martes y los viernes, ¡y en cambio mi angelical rostro no hay ninguna imperfección! ¡No me crece barba! Aparte, tú eres jodidamente blanco nuclear ¡y yo soy de un color bonito!
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favorite. (diluc x lumine)
Fanfiction¿Cómo puedo no desearte? Cuando me tocas, mi corazón tiembla de emoción. Chica, eres mi favorita. ____________________________________ Ella gracias a su encanto sobrenatural, lograba atraer a todos los simples humanos, siendo derovados por aquella...