favorite. (diluc x lumine)

¿

Ya era la hora de la salida.

Diluc no le dirigió la palabra en ningún momento a Lumine.

Y ahora él estaba saliendo del edificio.

—¡Diluc!

Kaeya se puso a su lado, y él alzó una ceja mirándole.

—¿Qué quieres?

—Necesito ayuda, urgentemente.

El pelirrojo rodó los ojos.

—Qué.

—Necesito quitar a Childe de mi camino, ¡me molesta que abrace a Lumine y que todos piensen que son pareja!

El de gafas gruñó molesto.

—¿Y qué quieres que te diga? No es mi problema, búsc-... espera, ¿te gusta Lumine?

El pelirrojo se paró en seco, y miró frunciendo el ceño a Kaeya.

Este solo bajó su mirada avergonzado.

—Gustar, gustar... no. Pero... es muy linda y... bueno, es bastante simpática conmigo pero... de verdad que sería un jodido premio el tenerla conmigo.

A ese hijo de puta le gustaba Lumine.

Ya lo que le faltaba a Diluc.

—¡De verdad Diluc, estoy desesperado! Aparte, ya no te molesta, ¿no? ¡Joder, que suertudo fuiste cuando te cocinó! El comer las sobras fue una bendición... ¡imagínate si te cocina! Yo... yo quiero tener algo también, ¿por qué os lleváis lo mejor los desgraciados como tú o Childe?

Diluc tenía la alta necesidad de meterle un puñetazo a Kaeya.

—¿Sabes qué Kaeya? Tengo su número, si quieres te lo paso y hablas con ella. ¿Por qué no la invitas a salir un rato? A tomar algo... ¡lo que sea!

Diluc estaba sintiendo un sabor muy amargo en su garganta.

¿Qué le pasaba?

Los dos retomaron su caminar, y Kaeya suspiró negando con la cabeza.

—No creo que Lumine sea de citas románticas, sobretodo cuando todos la conocen por ir de fiesta... me gustaría poder ir a la discoteca con ella y que ella se restregara contra mi dura p-

—No necesito especificaciones, gracias.

Diluc puso una cara de asco intentando quitarse esa horrorosa imagen de la cabeza, y sacó sus llaves para abrir la puerta y así entrar juntos.

—Kaeya, ni se te ocurra aprovecharte de ella borracha, ¿entendido? O los dos os emborracháis o ninguno. Siempre condón y si ella en algún momento te dice que pares pues paras sin dud-

—Diluc, ¿por qué te importa tanto estas cosas con ella cuando jamás me has dicho esto?

Diluc apretó el botón del ascensor, y se giró para mirarle serio.

—No saques conclusiones extrañas, ¿entendido? Lumine está muy loca y tú también, no te invito a que intentes tener algo con ella pero si lo haces, debes de ser conciente de absolutamente todas las consecuencias que tendrá.

Kaeya se cruzó de brazos y cuando el ascensor se abrió, los dos entraron.

—P-pero ¿tú que te piensas? ¿Que iba a abusar de una dama como ella? ¡Jamás le haría algo a una mujer! Y mucho menos a Lumine, aparte, van diciendo por allí que el primer chico que se acerca a ella, gana una noche de sexo con ella.

—Kaeya, Lumine no es tan puta como dicen. Tú te has acercado a ella, ¿no? Y entonces, ¿por qué coño no te ha dejado acostarte con ella?

—Eh... pues no sé.