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Sin esperar que me dijera nada conduje a mi apartamento.

Los dos nos bajamos juntos y ella solo me seguía en silencio.

-¿Lo venderás?- fue lo primero que dijo cuando entramos

-Si-

Mentí, realmente no quería venderlo.

-¿Me lo venderías?- la mire un segundo

Ahí estaba mi Chloe, la que tanto había extrañado.

Sus ojos estaban rojos mientras lloraba en silencio.

-¿Para que?-

-Quieres recordar todo lo que vivimos aquí estando con tu pareja. Quieres dormir en nuestra cama con ese tipejo. Tendrán sexo en donde yo te hice el amor la última vez – pause mientras sentía mi enojo – Cada puto rincón de este apartamento tiene un recuerdo sexual de nosotros- me acerque a ella

-¿Eso quieres?- la tome de su barbilla para que me mirara

-Detente- sollozó

-¡Como!-

-Llevas provocándome toda la noche Chloe-

La acorrale contra una pared.

-¿Realmente lo amas?- ella se quedo en silencio provocando en mi una sonrisa

-Veo que tu amor hacía él no es sincero- subí su traje para tocarla

-Mhm nena estas mojada- susurre en su oído

Entre mi mano derecha en sus bragas para insertar un dedo en su interior

-Haz que quiera venderte el apartamento- mordí su oreja mientras movía mi dedo en su interior

Su espalda se arqueo hacía mí.

-Tu cuerpo aun me recuerda- bese su cuello

-Mhm- la escuche gemir

Me daban celos que el tipejo ese también la hiciera gemir.

-¿Te lo hace mejor que yo?- detuve me dedo

-No te detengas- me miro con desespero

-Respóndeme entonces-

-No tenemos sexo- sonreí para mover más rápido mi mano logrando que se viniera

Ella paso sus manos por mi cuello para besarme, no dude en cargarla y llevarla a nuestra habitación.

Moría por hacerla mía.

Nos besamos con desespero mientras los dos nos quitábamos la ropa.

Tenerla desnuda frente a mi era una sensación increíble.

-Sigues igual de hermosa-

La acosté en la cama mientras mi boca iba directo a su seno derecho para succionarlo.

La escuchaba gemir logrando que me excitara cada vez más.

-No aguanto más- susurre para insertarme en su interior.

No me importaba que no tuviera condón en ese momento, solo quería sentir que era mía.

Nuestros cuerpos se movían solos mientras ella con sus piernas evitaba que me alejara.

-Alejandro- gimió mirándome

Hice que cambiara de posición para no pensar en nada.

Ahora podía ver su espalda y no dude en dejarles marcas.

Quería que el imbécil de Dylan supiera que lo habían engañado.

La tome de su cabello mientras mis caderas se movían más rápido.

Mi Diamante PreciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora