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-Me gustas- abrí mis ojos

-¿Cómo?- sonreí

-Me gustas mucho- mordió su labio

La tome de su barbilla para besarla sin que me importara nada.

-También me gustas demasiado nena- mordí su labio inferior para ir a echar la gasolina

Ahora si nadie podía borrar mi sonrisa.

Lo que había deseado escuchar hoy lo había logrado.

Se que debemos ir paso a poso, pero solo quiero cuidarla en estos momentos.

Quiero hacerla feliz.

Subí al auto y conduje hacia nuestro bar que siempre íbamos.

-Chicos tanto tiempo- nos saludo el de seguridad

-Cosas pasaron- ella sonrió cuando nos dejaron entrar

-Su mesa siempre esta lista- ella asintió para caminar hasta la mesa

No sabia si debía tomar su mano o actuar como antes.

Ella se sentó un poco alejada de mi mientras pedíamos.

-No quiero que hagamos las cosas como antes, te dije que me gustas para que lo tomemos todo con calma- asentí escuchándola

-Te conquistare cada segundo-

-No quiero solo sexo- asentí a sus pedidos

-Lo que ya hacemos no es sexo nada más nena- me acerque a ella

-Sus trago-

Tome un poco de mi trago para pasar mi mano por su hombro para abrazarla.

-Te extrañe mucho-

-Yo también- baje mi mirada para verla

-¿Bailamos?- asentí para dejar mi bebida en la mesa

-Sabes que después no debes tomarla- ella asintió

Siempre que dejábamos la bebida en la mesa no la tocábamos por lo que pudieron echarle.

Ella tomo mi mano para llevarme a la pista.

Muchos hombres la miraban, pero me sentía feliz de que esa mujer que todos deseaban era mía.

-Eres el deseo de todos- susurre en su oído mientras los dos movíamos nuestras caderas al ritmo de la música

Ella giro para quedar frente a mi.

-Tu eres el deseo de todas- mordió su labio inferior

-El no tiene la culpa- hice que dejara de morderse el labio

-Me encantas- susurre en su oído

-Me tienes loco por ti, eres con la única que quiero estar- mordí su oreja para sentir como su piel se erizaba

Bailaba mientras los dos nos decíamos halagos.

Volvimos a nuestro área en donde nos sentamos cansado de tanto bailar.

-Ven- hice que se sentara sobre mi

-Dijimos de ir poco a poco-

-Solo te quiero más cerca- sonreí

-No haremos nada que el otro no quiera- bese su mejilla

-Ya no me gusta tanto estos antros- susurro mirando a nuestro alrededor

-Yo solo quiero estar en donde tu estés- vi como sus mejillas se tornaron rojas por mi comentario

-Pues salgamos de aquí- asentí para irnos del lugar no sin antes pagar

Mi Diamante PreciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora