Mi Diamante Precioso

...7...

Una semana desde esa práctica de beso y ella no volvió a enseñarme.

-Alicia- llame a mi secretaria

-Si- apareció en mi oficina

-Puedes decirle a Chloe que pase por mi oficina- ella dudo un poco

-Chloe aviso que no llegaría a trabajar- la mire confundido

-¿Por qué?-

-Llamo notificando que se sentía resfriada-

Ella en la mañana no estaba en la casa.

-Gracias- entre a mi oficina

Estuve ahí varias horas intentando diseñar una de mis joyerías.

-Alicia salgo de la oficina, cualquier cosa me llamas- ella asintió

Me preocupaba que Chloe estuviera enferma en la casa sola.

Conduje hacia una farmacia en donde compré medicamentos para el resfriado y algunos dulces que a ella le gustaban.

Cuando llegue a la casa todo estaba en silencio.

Entre a nuestra habitación y ahí ella estaba acostada.

-Pequeña- toque su frente y estaba con mucha fiebre.

Busque un termómetro y se lo coloque en su boca.

Mientras busque una bolsa en donde podía echar hielo para que la fiebre le baje un poco.

Volví a la habitación y al mirar el termómetro su fiebre era muy alta.

-Nena vamos despierta qué debes darte una ducha fría- la moví, pero ella no despertaba

-Nena que te veré desnuda- dije ya preocupado

El que ella no reaccione hace que me asuste demasiado.

La tome en brazos y la lleve a la ducha.

-Nena por dios no me asuste- quite parte de su ropa y la deja con la íntima

Entre con ella a la ducha y nos mojamos.

El agua era fría para que su fiebre se bajara.

Moje su cabello, su rostro y aun así no reaccionaba.

Solo me calmaba el hecho de que ella respiraba todavía.

Mi camisa estaba completamente mojada ya que la abrazaba para que no se cayera.

La saque de la ducha para envolverla en una toalla.

La tome en mis brazos y la lleve de nuevo a la cama.

Me movía rápido buscando unas bragas secas y una camisa con la cual ella dormía.

-Alejandro- la escuche susurrar

-Aquí estoy- me acerque a ella

Sin pensar qué la tenía desnuda frente a mi la cambie.

-Nena no puedes ponerte la cobija- intente que ella se quedara al descubierto para que su fiebre bajara.

Coloque una toalla en su frente y le coloque la bolsa con hielo por unos minutos

Ella seguía dormida.

Fui a la cocina para cocinar una sopa primero y luego darle la medicina que le había comprado.

Serví un poco de la sopa en un plato y volví a nuestra habitación.

-Vamos nena es hora de comer algo- la senté en la cama

Ella solo abría sus ojos un poco.

Le di de comer y podía ver como poco a poco tomaba fuerzas.