Mi Diamante Precioso

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Había llegado al fin el gran día.

Los últimos cinco días fueron los mas difícil en nuestras vidas.

Chloe estaba demasiado estresada por las cosas de la boda qu eno importaba que hacia todo le parecia mal.

Había llegado temprano a la iglesia y moria de nervios.

Chloe desde hace tres días se había quedado con Elisa.

Ella le pidio a mi padre que sea quien desfile con ella hacia el altar para no entrar sola.

La boda era pequeña, solo queriamos a los mas cercanos a nosotros.

Obviamente están sus amigos, mis amigos y algunos socios que consideramos importante.

Dylan y Geraldine también son parte del desfile, solo que se nos olvido invitarlo a la cena.

Eran demasiadas cosas que unos detalles pequeños se nos olvidaron.

-¿Nervioso?- mire a Dylan

-No sabes cuanto-

Todos los hombres se habian quedado en mi casa en donde me ayudaron a hacer mis maletas.

Hoy la llevaria de viaje.

-Los demás están afuera esperando que las chicas lleguen- mire mi reloj

-Van 15 minutos tardes-

-Sabes como son las mujeres-

-Si, pero por Dios que no se puede seguir atrasando todo- mis manos me sudaban

-Bueno tienes tiempo de practicar tus votos- busco en sus bolsillos- toma-

Me ofreció un papel que había escrito anoche

-Gracias, pensé que lo había perdido- el negó riendo

-Bueno saldre- asentí

Lei mi propia nota varias veces

No se cuanto tiempo pase memorizandome mis propios votos.

-¡Llego la novia!- automaticamente di la espalda a la puerta

Mi corazon latia muy rápido, es como si tuviera una carrera en mi interior.

-¿Listo?- asentí hacia el padre que hoy nos casaría

Escuche primero la musica del desfilo de fondo.

-Cuando estes listo gira para ver a tu prometida- asentí mientras sentia como mis manos me sudaban

La marcha nupcial se escucho en todo el lugar para luego escuchar como todo el mundo se asombraba posiblemente por su belleza.

Gire sobre mis pies para verla a mitad de camino.

Todo se detuvo frente a mi mientras un resumen de nuestra vida pasaba frente a mi.

Ahí estaba mi Chloe la chica que conocí en la universidad gracias a que nos perdimos. Mi mejor amiga de la cual trate cuidar que nadie le hiciera daño, pero muchas veces sin darme cuenta quien le causaba su dolor era yo. Luego fue mi socia y maestra del sexo causando que me enamorara de ella, y ahora tenia mi prometida vestida con un traje blanco de seda que le quedaba hermoso.

Su cabello al natural mientras un velo lo cubria en su espalda, en sus mano tenia un ramo de flores violetas y en su dedo anular traia su anillo.

-Simbolicamente te entrego a Chloe para que la cuides- asentí hacia mi padre mientras tomaba la mano de ella

-No llores- ella paso su pulgar por mi mejilla

No me había percatado de que estaba llorando.

Dimos unos pasos mas para estar frente al padre.