Mi Diamante Precioso

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Una semana desde nuestro primer encuentro sexual y no lo hemos hablado más.

Estaba sentado en mi oficina mientras terminaba unos detalles de la corona.

Sentí como golpeaban mi puerta.

Para ser honesto era la primera vez que sonaba.

-Adelante- mire atento para ver quien era

Ahí la vi a ella.

Chloe estaba muy hermosa con un vestido corto.

-Hola- saludo tímida

-¿Pasa algo?- ella negó rápidamente

-Tenemos que hablar- dijo después de sentarse frente a mi

Asentí para ponerme de pie.

-Un segundo- dije para salir

-Que nadie nos moleste, estamos en una discusión privada- mire a mi secretaria quién asintió

Siempre que le decía que no me podían molestar ella siempre cumplía con la orden.

Volví a entrar a la oficia y ahí tenia a una Chloe nerviosa.

Caminé hasta mi silla en donde me senté para mirarla.

-Dime- levanto su mirada hacia mi

-Quiero que hablemos de lo que paso hace una semana en el apartamento

-Estas hablando del día en donde te corriste sobre mi que dejamos mi pantalón mojado por ambas partes- vi como sus mejillas se pusieron colorada

Había leído en un foro que algunas mujeres le gustaban cuando el hombre era directo.

Ella asintió sin decir nada.

-Lo que pasa es que no te negaré que me gusto- no pude ocultar mi sonrisa

-Estuve leyendo sobre otras cosas- sonreí

-¿De que?- su tono salió tímido y nervioso

Me coloqué de pie y fui hasta donde ella.

-Ven- la llevé hasta la puerta en donde la puse en contra de la misma

-En el apartamento los dos perdimos quizás de cierta forma la cordura, pero hoy te toca a ti- subí su vestido y la vi en bragas

No era la primera vez que la veía así, pero si era con otro sentimiento.

Coloqué mi mano sobre su braga y comencé a mover mi dedo buscando ese punto en donde la hacía temblar.

-Aquí esta- sonreí al encontrarlo

Podía sentir como su vagina comenzaba a mojarse.

-¿Excitada hermosa?- roce nuestros labios

Ella mordió su labio inferior mientras no se movía.

Mi mano hacia todo el trabajo en estos momentos.

-Mhm- apretó mi camisa

Cerro sus piernas de golpe logrando que mi mano quedara prisionera en su parte intima.

-Error- sonreí para mover mi dedo de forma circular, pero más rápido.

Sus muslo apretaron más mi mano para luego sentir como sus piernas temblaban.

Saque mi mano para aguantarla bien.

-¿Estas seguro que eres virgen?- reí al escuchar su voz entrecortada

-Muy seguro- camine con ella hasta mi silla

Como si fuera algo natural me senté con ella sobre mi.

-Me hiciste mojar mis bragas- reí