Mi Diamante Precioso

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-Señor Lombardo-

-Abigail- levante mi mirada hacía mi secretaria

-Le traigo unos contratos nuevo- colóco diferente portafolios

-Además de las evaluaciones de los internos que la universidad requiere que se le envié esta semana- asentí

-¿Qué tenemos en dos semana?- quería tomarme unas vacaciones

-En dos semana tiene un viaje a Grecia para adiestramiento de nuevas técnicas de joyería, además que nos puede servir como método de hacer conexiones- asentí

-Vale, quizás me quede más tiempo en Grecia- ella asintió

-Por eso le estaba buscando un hotel para una semana, el adiestramiento es dos días. ¿Requiere de más días? - negué rápidamente

-Gracias- le sonreí

Ella salió de mi oficina mientras yo iniciaba con la evaluación de los internos.

No soy malo con sus evaluaciones, pero siempre escribo las áreas a mejorar.

Un golpe en mi puerta hizo que levantara la mirada.

-Interrumpo-

Negué rápidamente para que Chloe entrará

-Tengo una duda con este diseño- me mostró su iPad

Ella tenía una pulsera para caballero.

-¿Qué tiene mal?-

El diseño estaba hermoso para ser honesto.

-¿Te gusta?-

-Si esta hermoso-

Ella camino hasta mi lado y me separo de mi escritorio para sentarse en mis piernas.

-¿Qué sucede?-

Ella paso sus manos por mi cuello para luego besarme.

-Te dije que cuando estoy en mi semana de menstruación soy más adicta a hacerlo en todo momento- abrí mis ojos sorprendido

-Así que será mejor que hoy no estemos juntos-

Ahora si que no la entendía

-Quede con unas amigas para salir, no me esperes-

-¿Lo harás con alguien?-

Ella se levanto de mis piernas y levanto sus hombros.

-No se, depende si tengo una persona- tomo su iPad para irse, pero la detuve

-Hazlo conmigo Chloe, no tienes que hacerlo con nadie más-

-No estoy lista para ese punto todavía- sonrió para irse

¿Qué me faltaba?

Sabía que ella no estaría en la casa así que me centre en diseñar cosas nuevas.

Tenía mi escritorio lleno de documentos.

-Señor Lombardo- levante mi mirada para ver a mi secretaria

-Ya es mi hora para irme del trabajo- asentí

-Gracias por tu ayuda hoy-

-Nos vemos mañana señor Lombardo, no se quede hasta tarde- vi como desapareció de mi oficina

Me levante de mi silla y mire por el ventanal de mi oficina.

Podía ver como muchos empleados se encontraban con sus parejas afuera.

A veces quisiera saber que alguien se siente feliz de esperarme en la casa o de saber que yo salí de mi trabajo.

-¿Qué ocurre?- escuche a Miguel