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Miguel había llegado al aeropuerto.

Mi mano estaba con la de Chloe, no quería dejarla ir.

-Debo irme ya- señalo la hora

-Adiós amiga, te veré cuando termines- Miguel la abrazo

-Te dejo solo unos minutos- asentí mientras él salía del aeropuerto

-Dios- ella me abrazo con fuerza

-Nos veremos pronto- seque sus lagrimas

-Llámame- asentí para besarla.

Jamás había experimentado un beso tan triste, pero dulce.

-Adiós- dejar ir su mano fue lo más fuerte

Seque mis lagrimas mientras le sonreía

No quería que la última imagen de mi fuera triste.

Tres años después

Todo había cambiado.

La empresa había cogido un auge en los últimos años que lo agradecía mucho.

-Señor Lombardo-

-Señorita Benítez- le sonreí cuando la vi entrar

Sofía Benítez... bueno es mi socia ahora, luego de una quiebra inminente en su empresa decidí que viniera a trabajar conmigo.

Chloe... este último año no supe mucho de ella, solo nos hablamos en las fechas festivas. Por lo que me dijo hizo buenos amigos por allá que la hicieron sentir en casa.

-Vamos que me debes un almuerzo- la mire sorprendido

-Se confesó-

-Si-

-Vamos que tengo hambre- me levanto de mi silla para irnos de la empresa

Sofía tenía la costumbre de tomarme del brazo siempre que salíamos.

Le abrí la puerta del copiloto para conducir a mi restaurante favorito.

¿Mujeres?

Ninguna, de cierta forma decidí ser fiel a Chloe.

No sabía porque, pero sentía que era lo necesario.

-Debes contarme todo- la señale cuando estuvimos sentado

-Bueno que estaba en la mañana a su oficina y estaba hablando de ti sobre el negocio que logramos en España- asentí escuchándola- y bueno que el chaval me dijo que le gustaba –

No pude evitar reír.

-Eso se escucha muy Miguel- le serví un poco del vino que nos habían dejado

-¿Cómo vas con tu chica?-

-Pues no se, no hemos hablado en tres semanas-

-¿Su cumpleaños fue el último día?- asentí tomando

-No me respondió mi mensaje-

-No se que decirte-

Sofía me había aconsejado siempre que luchara por ella, pero no se.

En tres años las personas cambian.

-Bienvenidos a La Rose- el mesero le hablo a una pareja un poco alejados de nosotros

No se porque el cabello de la chica que me daba la espalda me recordaba a Chloe.

-Así ella siempre se peinaba- le susurre a Sofía para que la mirara

Mi Diamante PreciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora