11.FRUSTRACIONES.11

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De nuevo recibí otro golpe en las costillas sacándome un, casi, agónico jadeo ─Mierda Greco ─dije entre mis lamentos dejándome caer de rodillas, desde que aquella tormentosa reunión había terminado me habían arrastrado aquí, nunca había recibido tantos golpes en tan poco tiempo, Greco no se estaba dejando, ni por asomo, ganar, no era delicado, ni tampoco amigable, era real y justo a lo que pasaría en la pelea si no me preparaba de esta manera, y aun que todo lo hiciera por el bien de mi entrenamiento, mi cabeza recordaba todos los seres fallecidos de Greco para cagarme bien en ellos. 

─Pero vamos levántese deje de llorar ─exclamó en posición de ataque dando saltitos de lado a lado, ¿De dónde cojones tenía tanta energía? Alce la mirada sujetando mi lugar lastimado.

─Me estas jodiendo la vida Greco ─le avise levantándome lentamente y poniéndome alerta, le mire inconscientemente con suplica, este amistosamente me sonrió acercándose a mi, me aleje sin dejar de estar alerta.

─Vamos Horacio si es que te faltan los cojones ─exclamó Gustabo, me gire unos breves segundados a verle, sentado comiéndose un paquete de pipas disfrutando la paliza que aquel me estaba dando, a unos pasos de distancia de mi hermano Viktor me miraba, aprovecho que le miraba para hacer un gesto con el codo, antes de poder tan siquiera recapacitarlo, un golpe había impactado contra mi rostro haciendo que retrocediera bastantes pasos hasta que mi espalda impacto con una pared. Las risas de Gustabo junto con las palmadas resonaron por aquel pequeño gimnasio, pero no tenía fuerzas de mandarle a la mierda.

Tenía una cosa clara, nunca jamás debía de meterme con aquel hombre. 

Me deslice por la pared hasta sentarme y cerré los ojos.

Unos pasos resonaron por el lugar ─Anda que se contiene mucho, eh ─oí la voz del ruso seguido de una pequeña y liviana risa de Greco ─, se aprovecha de alguien que no sabe defenderse adecuadamente, ¡Que mal amigo! ─dijo dramáticamente, pero en un tono bajo y serio, parecía que la relación de ambos era demasiado buena.

Abrí mis ojos observando que Viktor caminaba hasta mi con la mirada de Greco, este tenía su moño desordenado, su torso desnudo repleto de sudor y algún que otro tatuaje, parecía estar revitalizado, aquel hombre me aterraba, deje de verle cuando el ruso se acuclillo a mi ladeo un poco su rostro con una pequeña y cínica sonrisa ─¿Qué sucede? ¿Se le da mejor bailar que los golpes? ─se mofo tendiéndome un pañuelo, al parecer mi nariz sangraba.

¿Cómo sabía como yo bailaba? 

─¿Te gusta como bailo Viktor? ─pregunte en un tono bajo limpiándome la sangre sin dejar de verle ─, no sabía que me habías visto.

Este se encogió de hombros tranquilamente ─Claro que le había visto ─comento obvio pero en un tono tan bajo, que podría jurar que aquellos dos hombres, que ahora se encontraban hablando, no habrían oído nada. Mi corazón se paralizo unos segundos para después latir con fuerza creándome un pequeño dolor en el pecho, quito el papel de mis manos, el cual cubría mi nariz, y con la yema de sus dedos en mi mentón me hizo alzar el rostro ─, ya no sangre, puede seguir su labor de ser golpeado.

Antes de que se levantara agarre su manga evitandoselo ─¿Por qué no peleas por mi? ─le hice un puchero, era mi cansancio y dolor el que hablaba por mi ─, eres grande, se nota que puedes defenderte solo. Anda ayuda...

─Horacio por dios que no se puede subir al ring con usted ─habló una voz tras el ruso, este se levanto y me tendió una mano para levantarme, yo no quería seguir, yo quería estar en mi casa, bueno, yo me conformaba con estar tranquilo en una cama sin esfuerzos, sin trabajos, sin nada.

Suspiré rendido tomando su mano, todo mi cuerpo estaba lleno de hormigas, aquel tacto, aquel sentimiento de inquietud, mierda. 

En un abrir y cerrar de ojos me había levantado de un tirón. Me soltó la mano y la llevo a mi espalda posandola recta con la otra en mi pectoral ─, no esta recto Horacio así ─con su pie separo los míos ─Siempre tiene que ver las debilidades del contrincante ─al igual que el ruso mire a Greco, estaba preparado para otro asalto ─, hay que ser observadores, igual que Greco, ¿Por que cree que le esta dando todas?

─¡Por que es malisimo! ─exclamó Gustabo de fondo tirando cizaña, me gire a mirarle mal. 

─Aparte ─dijo obvio como si la respuesta fuera completamente esperada por parte de mi hermano ─, por que él ya ha visto que la zona lateral, mas concretamente las costillas la tiene demasiado afectada, y poco protegida, ¿Qué le ve a Greco, Horacio? ─me pregunto en un tono bajo, le tome mas atención a Greco, notando que levemente cojeaba, fruncí mi ceño ─, adelante ─me susurro separándose de mi dándome un pequeño empujón, sin siquiera girarme a verle me dirijo decidido a mi buen amigo. 

Mi cuerpo se movía solo, tal vez por el hecho de que me había enseñado Viktor y se encontraba mirándome fijamente, tal vez por que estaba cansado de recibir tantos golpes en menos de cuatro horas.

Sin darme cuenta mi rabia acumulada me nublo, estaba en aquella situación por que estaba maldito, nunca podría tener una vida normal. Nunca había tenido el control de mi propia vida. Me sentía tan perdido, me sentía tan... desolado. 

─...buen golpe y... ─pestañee aturdido dando un paso hacía atrás ─, ¿Horacio? ─preguntó preocupado Greco, este estaba en el suelo con sangre en su labio.

Una mano en mi hombro me hizo girarme a un lado, observando que el ruso me miraba con su ceño fruncido. 

Fue ahí cuando me di cuenta que... ─¡Ey crestas! ─exclamó mi hermano, me gire a verle ─¿Estás llorando por que crees que le has hecho daño o alguna cosa así? ─me preguntó cerca de mi.

Estaba llorando.

Force una sonrisa confundida llevando mis manos temblorosas a mi rostro mojado limpiándolas ─¡No! ¡Que va! ─exclamé algo quebradizo ─, es solo que estoy asustado por la pelea ─me aleje de Viktor y Gustabo unos pasos siendo observado por los tres ─, ¡Nada que una ducha no solucione! ─salí corriendo.

Puedes llamarme cobarde, pero considero que me he hecho el fuerte por mucho tiempo, y que aquella situación al menos hoy, me afectaba.

¿Qué estaba haciendo con mi vida dios mio?

Gustarme mi celador, y ahora meterme a una mafia. 

En mi vida pasada cometí demasiadas atrocidades.


Damned. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora