Pasaron algunos días, era un poco tedioso ver a Eren todos los días en la preparatoria.
Suele querer acercarse a mi, pero mis amigos no lo permiten.
Supe que la chica que vino, volvió a su país.
Yelena, haz gastado mucho para un viaje que no valió la pena, siento lástima por ti.
.
.
.En esta tarde, sali junto a Sasha a espiar a alguien.
Simplemente lo hago, porque me lo suplicó.
— ¿Un restaurante? — pregunté.
— Shh, ya casi sale.
Nos escondimos tras una banca.
Se abrió la puerta y de allí salió un muchacho rubio de ojos color miel y alto.
— ¡Por fin! — exclamó entusiasmada la chica patata.
— ¿Te gusta? — pregunté.
— Sí. — respondió sin titubear — es lindo físicamente y cocina delicioso.
Ahora comprendí mejor la situación.
— ¿Qué hacen ahí abajo? — la voz de Annie resonó en el lugar.
— Shh, cállate. — regañó Sasha.
Sin embargo, el muchacho fijó su vista hacia nosotras. No nos quedó de otra que salir de nuestro escondite.
— ¿Y? — la rubia esperaba una respuesta.
Sasha estaba completamente roja, y aquel muchacho también.
— Ah — la rubia esbozó una sonrisa.
— ¡Annie, no! — exclamó la castaña.
— Oye tú, cocinero — llamó al muchacho, él observó atentamente — creo que le gustas a mi amiga.
Sasha golpeó fuertemente la espalda de Annie y salió corriendo, el muchacho se puso más rojo que un tomate.
— ¿Por qué lo hiciste, Annie?
— Es tan obvio que ambos se gustan.
— ¿Cómo lo sabes? — pregunté.
— Se llama Niccolo, es mi vecino, suele hablar con su amigo de que le gusta una chica castaña que come como bestia.
— Ah, es la descripción perfecta de Sasha.
🍙🍙🍙
Después de la charla con Annie, ella se dirigió a su casa y yo iba de camino a la mía.
Sin embargo, el cielo se obscureció de repente, nubes negras se asomaron y se hicieron presentes algunos relámpagos.
Maldita sea.
Comenzaron a caer gotas de agua.
Aceleré el paso.
Me quedé bajo el techo de un local a esperar que escampe..
.
.No sé cuanto tiempo pasó, pero la lluvia no paraba.
Hasta que una camioneta de color negro se detuvo frente al local.— Ojigris.
Era él, era su voz.
— Sube.
Me limité a obedecer.
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Falsas promesas.
FanfictionMikasa descubre que su novio le oculta cosas, gracias a su vecino, el cuál debe protegerla por una promesa hecha.