CAPÍTULO 12.

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Ya no podía con tanta información en una sola noche, ya es mucha arena para mi camioncito.
Decidí abandonar el tocador, salir de la pista y del salón en sí.

Al salir, sentí un estirón de brazo.

— No sabía que te gustaba escuchar conversaciones ajenas.

— No me interesa. — respondí.

— Lo que escuchaste no debe salir de aquí. Isabel es como mi hermana pequeña.

— Levi, no quiero seguir teniendo esta conversación. No me interesa tu amorío con tu hermanastra. — aclaré casina.

— No existe tal amorío. — respondió en tono helado.

— Ya, Levi, se acabó. — rodé los ojos.

Me di la vuelta para retomar mi camino y abandonar el lugar.

— ¿A dónde vas? — preguntó, siguiéndome el paso.

— A mi casa.

— Te llevo. — ofreció.

— No, gracias. Mi casa no está lejos de aquí. — respondí restándole importancia.

— Pero es de noche, eres mujer y hay muchos depravados por aquí.

— Solo dejame tranquila, ¿quieres? — nunca detuve mi paso y él tampoco.

Avanzamos dos cuadras y él seguía detrás mío.

Silencio.

— Ya deja de seguirme. — me giré.

Él se detuvo al igual que yo.

— No te dejaré caminar sola y mucho menos de noche.

— Ya. — hice una mueca — tan solo limitate a caminar sin hablarme durante el corto trayecto.

Él puso los ojos en blanco.

— ¿Más mocosa no puedes ser?

— Cierra la maldita boca.

.
.
.

Después de algunos minutos llegué a mi hogar, antes de que Levi me dijera algo, solo lo miré y dejé salir un "gracias" seco y amargo.

Cerré la puerta de mi habitación.

Me tiré en la cama.

¡Maldita sea! Dejé mi cargador en el equipaje que llevé a la casa de Levi.

Dios, ya suéltame, ya no quiero ser tu guerrera favorita.

🍙🍙🍙

Pedí un taxi, para dirigirme a la casa de Levi y traer mis cosas.

Al llegar, su vehículo ya estaba en la cochera.

Qué rápido.

Toqué el timbre.

Nadie nunca salió.

Volví a tocar el timbre.

— ¿Qué haces aquí? — observó sorprendido.

— Vine a buscar mis cosas.

— ¿Sola? — preguntó asesinandome con la mirada.

Asentí.

— ¿Después de que te dejé sana y salva en tu casa?

Falsas promesas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora