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Por la tarde de algunos días después de que Peter nos contara la historia, decidí llamar a Isaac para que viniera a mi casa. Había estado desconectada del mundo por varios días. 

— Hasta que te dignas en llamarme  se dejó caer en la cama haciendo que ésta rebotara 

— ¡Hey! Más cuidado — me dio un beso en la cabeza para después mirarme fijamente — ¿Qué? — 

— Dime qué pasa— suspiré y le conté lo que Peter nos había dicho

Todo, absolutamente todo y con detalles. 

— ¿Derek? ¿El mismo gruñón, Derek? — asentí, pero me sorprendió escucharlo reír

— ¿De qué te ríes? — 

— De que Peter los engañó demasiado bien — lo golpeé en el estómago 

— ¡No! Bueno, tal vez. Pero no en eso, o dime, ¿por qué algunos hombres lobo tienen los ojos amarillos y otro azules? — abrió la boca para responder, pero al instante la cerró de nuevo 

— No lo sé, pero eso no quiere decir que Peter tenga razón — 

— Creo que nos mintió en algunas partes de la historia — me recosté en su pecho y disfruté como pasaba su mano por mi cabello 

— ¿En serio? ¿Derek? — 

— Sí, Isaac —

— Es que no puedo creerlo, no de él —

— Yo tampoco, pero piénsalo, tiene sentido — cerré los ojos por un leve momento. Y cuando los abrí ya era de noche. 

Me levanté de golpe y con la respiración acelerada. 

¿Qué? ¿Me había quedado dormida?

Me giré a todos lados y no vi a Isaac, así que me levanté en busca de papá o Stiles. 

— ¡Papá! ¡Stiles! ¡PAPÁ! — bajé corriendo las escaleras 

Me detuve en seco al ver a dos personas en la cocina. 

— ¿Qué...? — la frase quedó suspendida en el aire 

— Ah, ya despertaste — seguía con los labios entreabiertos cuando Isaac me tomó del brazo y me arrastró hasta la mesa — Hice la cena — 

Me senté lentamente en la silla. Observé como Isaac se acomodaba el delantal rosa pastel con figuras moradas. Traía una cuchara en la mano. Después observé a papá, estaba sentado pacíficamente mientras hablaba con él. Al parecer dijo algo que lo hizo reír. 

— ¿Ustedes...? ¿Desde cuándo? — 

— Desde que lo encontré en la cocina preparando la cena — explicó papá después de tomar agua 

— Aja —  

— Si... después de verte cansada decidí preparar la cena yo — volví a asentir mientras papá sonreía

— Es un buen chico — 

— Claro — 

— ¿No vas a probar la cena? — 

— ¿Uhm? Oh, sí — le di una mordida a uno de los tacos que había hecho 

Al instante me concentré en la comida. Era muy buena. 

— ¿Y? — 

— Wow... jamás creí que cocinaras tan bien... enserio, esto es muy bueno — papá me dio una palmada en la espalda 

— Ya sabemos quién cocinará. Es eso o que incendies la casa — les hice una mueca a ambos cuando comenzaron a reírse de mi  

Las burlas contra mi habilidad de cocina pararon cuando el radio de papá sonó. 

Cielo Sin Estrellas [Isaac Lahey y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora