Cielo Sin Estrellas [Isaac Lahey y tu]

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Dejamos ir a Stiles con los Yukimura, bajo el cuidado de Kira y nosotros nos fuimos a la comisaría. 

Estábamos sentados en las sillas de metal. La cabeza nos daba mil vueltas. Yo solo quería ir a verla. 

Scott fue el primero que habló y el único que lo hizo. Los demás estábamos congelados en nuestros asientos.

— ¿Recuerdas algo más? — preguntó el oficial Parrish delante de nosotros. Ninguno dijo nada 
— Lo que sea. ¿Isaac? — 

— Lo siento — se disculpó sin mirarlo. Papá pasó un brazo por sus hombros — Pasó tan rápido — 

Y ya no dijimos nada más. 

Habíamos decidido no hablar con nadie más acerca de esto, con nadie más aparte de la policía. Allison estaba en un estado critico, entre la vida y la muerte, lo cual significaba que en cualquier momento podría morir, revivir o quedarse atrapada en el limbo de la vida y la muerta: bardo.

~●~

Argent se fue al hospital. Nos había dicho vagamente que tenía pensado sacar a Allison de aquí apenas estuviera consciente y la llevaría a Europa, allá la sería tratada por especialistas y le haría tener una vida un poco normal, pero tan solo serían unos meses. Nadie preguntó nada más y al terminar se fue. Scott y Lydia también lo hicieron cuando Kira los llamó, se fueron a ver a Deaton. Isaac y yo nos quedamos en la comisaría. No nos apetecía andar por todo el pueblo. No ahora. 

— Me alegro que te hayas quedado. Las cosas se están poniendo mal — me abracé de papá fuertemente

— ¿Y si muere? — 

— No lo hará. Verás que no — asentí con los ojos llorosos — Y tampoco quiero que tu lo hagas — 

— Creo que deberías preocuparte más por Stiles que por mi. — nos separamos cuando el oficial Parrish lo llamó

— Lamento mucho lo que pasó, señorita Stilinski — me absorbí ruidosamente 

— _______. Señorita Stilinski me hace sentir anciana — me sonrió y se fue con papá

Regresé con Isaac y me quedé recargada en su pecho mientras veía las agujas del reloj pasar lentamente.

El tiempo seguía pasando, cuando para mi se había detenido por un largo rato. Todo seguía su curso, mientras que nosotros nos quedamos en el momento cuando Allison casi murió. 

Que irónica y efímera es la vida.

Isaac me despertó y cuando al fin logré despertar del todo, Parrish había comenzado a disparar a uno de los oni. Me quedé cerca de papá. 

Minutos después todo se quedó en silencio. Los oficiales traían sus armas y estaban listos para dispararle. Papá le hizo una seña a Parrish para que se quedara donde estaba, mientras él iba a ver al oni tirado en el suelo. Entonces pasó.

— ¡Papá/Jefe! — otro de los oni apareció detrás de él con una espada 

Increíblemente papá la esquivó y de un momento de otro todos le disparaban a ambos oni. Tiré de la camisa a Isaac cuando hizo un ademán de levantarse.

— Idiota, las balas te matarán — 

Atravesamos la habitación cuando los oficiales hubieron salido para seguir al otro oni. Tan solo quedamos papá, Parrish, Isaac y yo. 

— Usen unas más grandes — escuchamos decir a mi padre

El oficial y yo obedecimos y fuimos por unas más grandes, mientras que Isaac aprovechaba y sacaba sus garras.