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— ¿Qué quieres, Isaac? —

— Wow, que humor — 

— Sí y tú solo haces que empeore — suspiró fuertemente 

— Yo no fui el que dejó al otro. ¿Dónde estás? ¿Estás bien? — me mordí el labio inferior 

— ¿Y aún con lo que hice te preocupas por mi? — 

— ¿Piensas que no? _________ — mi corazón dio un vuelco — Eres la única persona que me hace sonreír cuando estoy mal, la única que me ha apoyado en todo. Por más veces que peleemos siempre voy a volver, ¿bien? — me tembló la voz cuando respondí 

— Estoy bien. Estoy con Cora y los demás. Yo... lo siento — no me respondió — ¿Isaac? — 

— Si... es que es raro escucharte pedir perdón — soltó una risa nerviosa — Hice que los Argent vinieran — la punzada de dolor apareció de nuevo 

— Los Argent... — respondí entre dientes 

— Si. ¿Dónde están? — 

— Ni idea, pero creo que es el segundo piso — 

— Bien, voy para allá. Te quiero — y colgó 

Los Argent... 

Tu amiga. 

Claro. 

__________

Sí, lo sé. 

Bien

— ¡_________! — me giré hacia Derek. 

Fue cuando me di cuenta de que Scott y Peter ya habían salido y... a Peter lo habían mandado a volar hacia el otro lado del pasillo. 

— ¿Y la ventaja? — 

— No funcionó — respondió Stiles llegando a mi lado 

Salimos del hospital y Derek subió a Cora a la ambulancia. Yo subí junto con ella.

— Derek, por aquí — él y Jennifer se fueron 

Entonces escuchamos a Kali. Stiles cerró la puerta de la ambulancia y se pegó a la pared de al lado.

— ¿Qué...? — me colocó una mano en la boca 

— Cállate — 

Escuchamos el rugido de Kali y vimos como ambos corrían de nuevo hacia el hospital. 

¡Apenas salimos de allí! 

Par de idiotas.

Después de sellar la ambulancia como si lo que está afuera no era sobrenatural, Stiles se sentó nervioso. 

— Si, si. Está todo bien. ¿Cómo estas? — le di una mirada cansada 

— Supongamos que bien... Oye, ¿por qué parece que no está respirando? — señalé a Cora 

— ¿Qué? — 

— Mira — se inclinó para revisarla 

— Debe ser porque no está respirando — lo aparté y si, Cora no estaba respirando

— Ay, no. Ay, no— 

— Dios, ¿por qué no estás respirando? Ay, no — 

 — ¿Qué hacemos? Porque yo no sé tú, pero no tengo un doctorado en medicina — 

— Bien, intentaré algo — se subió las mangas de la camiseta — Bien, puedo hacerlo. Entonces, cabeza atrás. Alza la barbilla — 

— Stiles... — 

Cielo Sin Estrellas [Isaac Lahey y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora