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Por la noche estuve preparando las cosas para al día siguiente, hasta que vi las llaves del camaro del Derek en la mesa de noche.
Fruncí el ceño y me acerqué a tomarlas. Las había dejado en uno de los cajones del closet, ¿qué hacían allí? ¿O en qué momento las saqué?
Las metí rápidamente a la mochila.

Seguí preparando las cosas: metí las dagas, una botellita de veneno que Deaton me había dado y alguna que otra trampa, hasta que sentí a alguien a mis espaldas.

— Con todo eso, enserio podría creer que eres cazadora — sentí un cosquilleo en el estómago cuando me abrazó por la espalda

— Esperaba encontrarte cuando volviera —

— Fui a dar un paseo. Estaba algo cansado — frunció el ceño cuando tomó la botella de tranquilizante — ¿Y esto? ¿No eran para Allison? —

— Digamos que Deaton no tiene tanta confianza en las habilidades de Allison. No después de todo lo que les está pasado — le quité la botella y la metí de nuevo a la mochila

— ¿Y tu si? —

— He estado practicando tiro al blanco. Así que sí. Sí puedo — me giré para darle un corto beso y sacar el mini arco que tenía en el armario

— Wow... ¿Hay algo que no hagas bien? —

— Cocinar. Soy pésima en eso —

— Es verdad — lo miré indignada — ¿Qué? Tu lo dijiste primero —

— Oye — me miró ladeando la cabeza

— ¿Uhm? —

— ¿Tu dejaste las llaves del camaro de Derek en la mesita? — por su cara, supe que no había sido él

— ¿El camaro de Derek? ¿Lo tienes tú? —

— Sí, en el garaje —

— No, no fui yo. Ni siquiera lo sabía —

— Pues entonces alguien entró a mi habitación y buscó entre mis cosas —

— Espero y no haya sido tu papá o Stiles... — nos miramos asustados — Si, espero que no hayan sido ellos. Stiles aún me odia, no me imagino cuanto más lo hará si entró —

Me senté en la cama pensativa. Si no había sido Isaac, ¿entonces quién?
Hice una mueca cuando la cabeza me volvió a doler.

— ¿Qué pasa? —

— Nada. Estoy cansada. Hay que dormir — me quitó las sábanas y se acostó a mi lado

— Sé cuando te pasa algo, no soy tonto, pero prefiero ser cortés y preguntártelo —

— Wow, que considerado, he —

— Sé que sigues teniendo dolores de cabeza, mareos y apenas si puedes estar de pie sin tambalearte — me escondí entre las sábanas

— Estoy bien... —

— ¡Joder, ________! ¡No lo estás! — me tomó de sorpresa su grito — Todas las cosas que he hecho por ti. Todas las veces que yo te conté lo que tenía, que me ayudaste... ¡Y tu no puedes confiar un poco en mi! — no sabia que decirle

— Nunca me habías gritado — apenas si yo escuché mis palabras

— Porque nunca me había sentido tan inútil en tu vida como ahora — los ojos se le cristalizaron

Tuve el impulso de abrazarlo, pero sabía que si lo hacia se iba a enojar todavía más. 

— Crees que no me duele saber que Scott te conoce mejor que yo, que él si te puede ayudar. Ver como Stiles y los demás logran más de ti que yo —

Cielo Sin Estrellas [Isaac Lahey y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora