✺C A P Í T U L O XV✺

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✺𝓔𝔁𝓪𝓬𝓽𝓸

Shoyo conectó su teléfono a los auriculares y llamó a sus amigos, después de varios tonos vio las caras de todos ellos al otro lado del teléfono, esperando expectantes a que saliera de su habitación y fuera a hablar con sus compañeros de piso.

-Que conste que yo no estaba de acuerdo en esto -dijo, dejando en claro su opinión

-Shhhhh -dijo Tsukishima, asomando su pelo rubio por la cámara -vamos, ve y pregunta -meneó la mano en frente

-Estamos esperandoooo -dijo Yachi, emocionada por las respuestas que podrían darse

Hinata salió al pasillo del apartamento, asomando solamente la cabeza. Miró hacia los lados y no vio a nadie, así que supuso que estarían en su habitación. Salió al pasillo y lo cruzó hasta estar en frente de la apuesta que hacia varios días había visitado resultando ese extraño comentario por parte de sus compañeros.

Miró el teléfono e hizo una seña de silencio y todos asintieron. Tocó la puerta y se oyó traqueteo al otro lado de la puerta, y finalmente el «voy» de Oikawa al otro lado de la puerta lo puso de sobre aviso.

La puerta se abrió y pudo ver como Oikawa parecía un poco nervioso y agitado. No tenía camiseta y podía observar sus pectorales y abdominales perfectamente

-Dime chibi-chan -dijo, apoyándose en el marco de la puerta, tapando la visión del más bajo de su habitación

-¿Estoy interrumpiendo algo? -preguntó, más bien por educación

-No no tranquilo, dime lo que querías -repitió esperando la respuesta del peli-naranja

-Bueno, es que quería hablar contigo y con Iwaizumi-san -dijo, algo tímido

-Oh sí, vale, pasa -abrió por completo la puerta y se apartó del medio para que Hinata pudiera pasar

Shōyō entró. La habitación estaba un poco oscura y bastante desordenada, la cama estaba deshecha e Iwaizumi estaba detrás de la cama, apoyado en ella

Con algo de vergüenza se sentó en el borde de la cama que estaba dando a la puerta. Iwaizumi se levantó de su sitio y se acercó al chico. Él tenía toda la ropa puesta, pero estaba muy rojo, lo que hizo que Hinata se preocupara

-Iwaizumi-san, ¿está bien? -se levantó y le tomó la temperatura al más alto con la mano, comprobando que estaba ardiendo -¡Estas ardiendo, voy a por un pañuelo mojado! -iba a salir pero Iwaizumi lo paró

-No no, Hinata, estoy bien tranquilo, es solo un poco de calor

-Pero -

-En serio, no te preocupes -le dio la mano y le sonrió suavemente

-Bueno, ¿y que querías decirnos? -preguntó Oikawa de repente cortando la pequeña conversación entre los otros dos

-Ah bueno -a Hinata se le subieron los colores al recordar a que iba -eh... Resulta, que el otro día, cuando vino Izumi, y vosotros vinisteis también con vuestros amigos, pues... Resulta que escuché la conversación que teníais

A los dos mayores se les cambió la cara. Su expresión parecía la de una persona que acababa de ver un fantasma y su cara estaba blanca como el papel

-¿Y... Y que... Que, escuchaste? -preguntó el castaño mientras tartamudeaba un poco

-Fue después de que Izumi se fuera -dijo, con la cabeza algo inclinada y escondiendo su teléfono en la espalda, en el que todavía estaban los otros chicos esperando -no habíais salido a comer y me preocupé, entonces me acerqué a vuestra habitación y de casualidad escuché que hablabais de una mandarina y cosas que habíais descubierto de alguien -empezó a mover la pierna del nerviosismo, las dos personas en frente suya le intimidaban un poco a veces -y como a veces Oikawa-san me dice así pues creía que hablabais de mí, pero no quiero sacar conclusiones precipitadas y pues bueno... Me preguntaba si podríais... -miró hacia el frente y se encontró las caras de sus compañeros entre sorprendidas y con ganas de reírse

-Pfft -se le escapó a Oikawa, Hinata se sintió ofendido, él estaba siendo serio -lo siento, lo siento es solo que... Pfft... JAJAJAJAJAJAJA -se rio a carcajadas e Iwaizumi las aguantó como un campeón mientras le daba una colleja (zape) a su novio -¡Ay! Perdón, perdón, es solo que... No hablábamos de tí Hinata -le acarició el hombro con cariño -es un juego que trajo mi amigo, se llama cluedo y estábamos investigando un asesinato, mandarina era familia de la víctima

-Ah... -en ese momento Hinata se dio cuenta de su confusión y se sonrojó más de lo que ya estaba, más rojo que un tomate al parecer de los mayores, lo que lo hacia ver muy mono (lindo) -perdón me confundí

Antes de que los otros dos hablaran, una carcajada más seca se escuchó de detrás de Shōyō

-JAJAJAJAJAJAJAJAJA -estalló Tsukishima desde la otra línea -JAJAJAJAJA, no me lo puedo creer, tanto lío por un juego JAJAJAJAJAJA -bromeó y al bajo no le hizo ninguna gracia

-No tiene gracia Tontoshima, estaba preocupado ¿vale? -resopló al teléfono, mientras lo sacaba al frente. Los otros dos se quedaron perplejos

-Ya ya, no nos pongamos nerviosos -dijo Kyoko, intentando ser la voz de la calma

Noya y Tanaka reían a carcajadas mientras no ponían el micrófono, así que no se les escuchaba. Y Yachi solo estaba un poco apenada por su amigo

-Bueno, puede decirse que no tenemos nada de que preocuparnos, por lo menos -sonrió nerviosa la rubia

-Sí que lo hay Yachi, a lo mejor  Hinata se queda sin alma por otra confusión tonta -y volvió a reír

-Cállate Amargashima. -dijo serio el peli-naranja

-Ya ya, delicado -siguió bromeando, pero parando de reír

Los dos mayores se miraron y después miraron a Hinata, que seguía sonrojado por la vergüenza. Se sonrieron y le revolvieron el pelo al más bajo. Él los miró y les sonrió algo cohibido, pero más tranquilo y relajado.

Ambos estaban también más relajados. Antes de ponerse con ese juego, habían tenido una pequeña conversación en el que habían sido interrogados hasta el cansancio por sus amigos sobre el bajito chico de su sala de estar. Y habían hablado de él, un montón. De hecho, en esa charla habían salido a la luz un montón de sentimientos y emociones encontrados que ahora sería algo más difícil ocultar del más bajo.

Hinata charló amenamente con sus amigos por teléfono delante de sus compañeros, después se despidió y colgó la llamada. Los miró a los dos chicos delante de él y sonrió de forma nerviosa

-Bueno -comenzó Oikawa -¿Queréis cenar? Creo que ya es hora

Iwaizumi iba a decir que sí pero fue cortado por una tos fingida por parte de Hinata

-Em... Antes de que vayamos a cenar, tengo otra cosa que contarles -dijo otra vez inclinando la cabeza -iba a hacerlo también ese día de la confusión pero por los nervios se me olvidó -hizo una pausa y levantó la cabeza -resulta que este sábado voy a ir a casa de Izumi, voy a pasar el día allí y es muy posible que me quede a dormir, así que, siento si he interrumpido algún plan para ese día.

Los dos mayores estaban serios. Resulta que sábado era pasado mañana, y ahora ya no podían negarse, porque si no, Hinata estaría triste todo lo que quedaba de semana y la siguiente, y no querían eso.

Ambos hicieron el mismo gesto de poner los ojos en blanco mientras miraban hacia otro lado, parecía que se habían sincronizado. Después miraron otra vez a Hinata y tenía esa mirada suplicante que siempre los hacía caer

-No tranquilo -empezó Iwaizumi, siendo el más tranquilo de los dos -teníamos solamente pensado no hacer nada y quedarnos todo el día en casa viendo películas -se encogió de hombros -pero supongo que iremos al cine en lugar de quedarnos, ¿verdad Oikawa? -le dio un codazo suave a su novio que reaccionó en ese momento

-Claro claro, no te preocupes, mejor vamos a cenar, voy a hacer Katsudon -dijo simplemente saliendo, Hinata asintió feliz ante tal declaración y salió con ellos de la habitación

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Siii, ya sé que me volví a pasar de díaaa, pero espero que os guste este, porque este es el punto de inflexión en la historia, ya entenderéis por qué, por ahora aquí está esto, y yo me retiro lentamente

Byeee

El cambio [Iwaoihina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora