✺C A P Í T U L O XIX✺

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✺𝓝𝓮𝓻𝓿𝓲𝓸𝓼?

Claro, Hinata estaba ya seguro de que había hecho lo que debía y pensaba que ya que se había ido de casa de su amigo pero aún no tenía sueño, solo debía poner la tele bajita para que ellos dos no se despertaran mientras se entretenía en lo que le daba sueño.

La realidad no fue así. Después de arropar a Iwaizumi, se incorporó e iba a salir de la habitación de sus amigos, pero una mano atrapó su muñeca y tiró de él nuevamente hacia la cama.

Ahora estaba frente a Iwaizumi y Oikawa estaba claramente detrás de él. Estaba entre sorprendido y agitado, no esperaba eso y mucho menos ahora, porque bueno, pensaba que ellos ya estaban medio K.O's.

No tuvo mucho tiempo para pensar porque el roce repentino de una mano con su torso lo hizo respingar, y no solo fue eso, después sintió más manos, acariciando su cara, o sus hombros, o su cintura o sus muslos, y el estaba muy tenso, preguntándose qué estaba pasando.

-¿Ch-chicos? -preguntó, y ninguno respondió, lo único que recibió a cambio fue un abrazo por la espalda de Oikawa

-Hinata hueles muy bien -dijo este, metiendo su nariz en el hueco del cuello y el hombro del pelirrojo

Su cara ardió inmediatamente ante esto y se mordió el labio para no soltar un suspiro por las cosquillas que le provocaba tener la nariz de Oikawa en una de sus zonas sensibles

-Eres tan lindo -le dijo Iwaizumi, mientras acariciaba la cara de Hinata y se iba acercando al susodicho.

La nariz de Iwaizumi tocó la de Hinata, y la respiración del más bajo se cortó, porque él mismo la estaba conteniendo, y eso le sorprendió. Ya estaba casi rozando los labios de su senpai cuando se dio cuenta de que los dos seguían borrachos y tenía que parar esto

Paró por los hombros al mayor y se quedó quieto con un centímetro entre sí

-¿Hinata? -preguntó en un susurro

-Y-yo... -su respiración se vio agitada, las manos de Oikawa abrazándolo por detrás no lo dejaban pensar con claridad y no podía apartar las manos de Iwaizumi porque sabía que en cuanto lo hiciera, él le besaría -senpai esto... -los ojos de Iwaizumi brillaron ante el apodo e insistió contra el agarre del menor.

Hinata ya no pudo resistir más, sobretodo porque el agarre de Oikawa se trasladó a su cintura y le estaban dando corrientes eléctricas solo de sentir el roce de sus músculos con su piel.

Hinata de pronto sintió los labios de Iwaizumi sobre los suyos, delicados pero deseosos, hambrientos de los suyos. Al principio no sabía que hacer, así que se quedó quieto y con los ojos muy abiertos, pero conforme Iwaizumi pasaba su mano por entre su cuello y mandíbula, y además, movía sus labios deliciosamente sobre los suyos, Hinata cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación, agarrándose a los brazos desnudos de su senpai.

El castaño detrás de ellos sintió esto y se atrevió a posar sus labios en la nuca del pelirrojo y en partes posteriores a su cuello, disfrutando de la manera en la que la piel del más bajo se erizaba ante el contacto. Sonrió mientras seguía besando y Hinata empezaba a relajarse más en sus brazos.

Cuando ambos creían que ya lo tenían e Iwaizumi se separó del beso para respirar un poco antes de volver a besarlo, Hinata empujó a Iwaizumi e hizo que cayera hacia atrás y también dio un golpe a Oikawa en la cabeza con la suya propia, para después salir corriendo de allí.

Cerró la puerta y rezó para que el golpe hubiera sido suficiente para que ambos se quedarán dormidos. Esperó un par de minutos para asegurarse de que no salían y como no escuchó ningún ruido, abrió la puerta y entró.

Ambos estaban a medio caer de la cama, y por suerte Oikawa no tenía sangre por lo que se quedó más tranquilo. Ayudó a ambos a subir de nuevo a la cama y los arropó de nuevo, esta vez no siendo arrastrado y saliendo por fin de la habitación. Seguramente al día siguiente no se acordarían de nada así que pensaba que mejor no comentaba nada para que no se incomodaran.

Se fue a su habitación e intentó dormir para tranquilizar su corazón, el cuál latía más rápido de lo que nunca lo había hecho.

••••

Al despertar sintió la luz que entraba por la ventana darle directamente a los ojos, y eso lo despertó por completo. Lo malo fue que al estar ya más espabilado, el dolor de cabeza lo atacó sin piedad. Gruñó ante el dolor y se tomó la cabeza con las dos manos.

Se juró que no volvería a beber (probablemente sea mentira), y se levantó para ir al baño. Miró hacia la cama y su novio seguía durmiendo. Sí que se habían pasado la noche anterior al beber, no recordaba nada, solo llegar a la fiesta y todo irse a la mierda después de la tercera copa seguida que bebía, después solo queda en su memoria el bonito sueño de esa noche

El como Hinata se besaba con ellos y como los elegía a pesar de estar con Izumi-kun. Sonrió ante el recuerdo del sueño, era tan bonito. Miró el reloj y ya marcaban las 11 am, por lo que se espantó y levantó a su novio.

-Iwa-chan -dijo en su oído -es hora de levantarse, es muy tarde ya -susurró más cerca -son las 11 y 55 de la mañana -mintió, apenas eran las 11 en punto

A pesar de la mentira, este se levantó de repente, teniendo resultado. Su mirada desorientada se posó en su novio, y le dio un golpe en el hombro por el repentino susto. Miró el reloj y vio que no era la hora que el castaño le había dicho antes y le dio otro golpe en el hombro

-A la próxima te mato -dijo levantándose de la cama, totalmente enfadado porque le había despertado de un sueño genial que estaba teniendo, y no precisamente dulce

Se vistió y salió con su novio al pasillo en el que un delicioso olor los recibió. Hinata estaba haciendo el desayuno.

Querían un montón a Hinata, pero cada vez que hacía de comer, sobraba un montón de comida que había que meter en tuppers. Aún así todo estaba muy bueno. Aunque ellos normalmente no cocinaban los fines de semana porque les daba pereza. Comían fideos instantáneos y a volar, porque era más rápido y cómodo.

El resto del día Hinata lo pasó en su habitación y ellos, además de preocuparse porque el chico solo salía para coger tuppers de comida y volver a la habitación, estaban un poco desconcertados por su actitud, pero pensaron que él les contaría que le pasaba cuando estuviera cómodo.

Ellos se entretuvieron con cualquier cosa lo que quedaba de día y este pasó sin mayores acontecimientos. Y llegó el domingo.

Al día siguiente, Hinata volvía a levantarse de manera abrupta por el sueño erótico que estaba teniendo y el cual lo hacía sentirse súper culpable, porque en esos sueños que tenía todos acababan en sexo desenfrenado en alguna parte de la casa y a él le daba vergüenza ya que sabía que ellos estaban en una relación y no debía meterse en ella.

Sacudió la cabeza y se repitió que seguramente ninguno de los dos se acordaba de lo que pasó cuando él los trajo, ya que el día anterior notó total normalidad por ambas partes. Intentó no darle más vueltas porque no se quería comer mucho la cabeza y decidió darse una ducha bien fría antes de hacer otra vez el desayuno y aparentar toda la tranquilidad que su conciencia le permitía.

Se topó con la sorpresa de que al salir la pareja ya estaba haciendo el desayuno. Olisqueó un poco el aire y pudo distinguir varios olores: el del bacon, una deliciosa esencia a arroz con pollo que después vio pasar a una tortilla y al final, el amargo olor del café recién hecho.

Sonrió. Ojalá esto nunca se acabara

****

Bueno... Estoy de vacaciones y he pensado que podría ir subiendo los capítulos en cuanto los acabara y no cada cierto tiempo como he estado haciendo los últimos capítulos.

Espero que os guste el cap y que nos veamos prontito... Por cierto dentro de algo así como mes y medio vuelvo a la escuela a 2o Bach y solo de acordarme me da micro infarto... Pero bue es igual, nos vemous

Bye~

El cambio [Iwaoihina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora