✺C A P Í T U L O V✺

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✺𝓒𝓱𝓲𝓫𝓲-𝓬𝓱𝓪𝓷

-¿Estás bien Shōyō? -preguntó Noya acercándose a su kouhai

Shōyō sentía que no podía respirar. Abrió la boca, pero para intentar coger aire para no ahogarse, que eso era lo que pensaba que le iba a pasar. Bocanada tras bocanada, su respiración se empezó a volver más errática, se agarró fuerte de sus dos amigas y alzó la mirada. Sus inhalaciones empezaron a ser constantes, su presión y su ritmo cardíaco subieron y casi cae al suelo de no ser por sus amigas

-¡Hinata! -Tanaka también se acercó a él por su tambaleo -¡Hay que sentarlo! -Hinata señaló el banco más cercano y lo señaló -¡Sentadlo ahí!

Kiyoko y Yachi hicieron caso y sentaron al pequeño cuervo sentado en el banco indicado. Cada inhalación de Hinata era más profunda y ruidosa, el sentimiento de ahogamiento no decrecía y el desespero por poder respirar bien lo complicaba todo.

-Mírame -Tsukishima se acercó a Hinata mientras se agachaba para quedar frente a frente -mírame Hinata -él hizo caso y lo miró. Miedo y desesperación opacaba cualquier otro sentimiento que se pudiera percibir en él -respira, es un ataque de ansiedad, así que tienes que hacerme caso y respirar conmigo -Hinata no hizo ningún movimiento ni tampoco habló, así que el rubio se tomó eso como un sí -bien, ahora, inhala -Tsukishima hizo una inhalación exagerada como ejemplo

Hinata intentó imitarlo, casi fallando, pero lográndolo al final

-Exhala -hizo la exhalación exagerada de ejemplo y Hinata lo imitó. Así repetidas veces durante un puñado de intentos, todos los demás observaban con la boca sellada para no perturbar el momento y/o empeorarlo

Sus constantes se normalizaron y ahora de ese ataque de ansiedad, solo había pequeños suspiros ocasionales. Miró al frente, hacia Tsukishima

-Gracias Tsuki -se levantó del banco, con los demás siguiéndolo con la mirada -voy a salir a caminar un rato, ¿podéis darle la caja y mis mochilas a mi madre? Y decidle también que no se preocupe, que he salido a despejarme -sonrió con debilidad hacia sus amigos, luego se abrió paso entre ellos y salió de aquel lugar

[•••]

¡Bam!

El sonido insistente de los balones que lanzaba no dejaban de marearlo

-Deja ya de sacar Oikawa, ya ha terminado el entrenamiento -eran las 8:37 pm y todos estaban guardando sus cosas en sus mochilas de entrenamiento. Menos Oikawa

-Uno más -insistió, cogiendo otro balón del canasto, dándole vueltas en sus manos y golpeándolo contra el suelo

-Si no terminas ahora, me voy a casa sin tí, tú decides -Iwaizumi no tenía tiempo para la obsesión de su novio con mejorar el saque, hasta el internacional quedaban todavía muchas semanas y tenía más entrenamientos para practicar

Oikawa dudó un momento, sabiendo bien que él se había olvidado las llaves en casa y que su novio decía completamente la verdad. Dejó el balón de nuevo en su canasto y se pasó por toda la cancha para recoger todos los balones desperdigados. Luego los metió en el almacén

Iwaizumi suspiró, a veces era difícil lidiar con Oikawa, pero tenía mucha paciencia y llevaban muchos años de conocerse como para saber que hacer en estos casos. Sonrió internamente. Oikawa podía ser muy cabezota cuando quería, pero por lo menos era su cabezota. Aunque esto nunca lo diría en voz alta, no, ni muerto.

El cambio [Iwaoihina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora