✺C A P Í T U L O IX✺

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✺𝓒𝓸𝓷𝓿𝓲𝓿𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪  𝓹 𝓾𝓷𝓸

Le dio las toallas y otra vez se dirigieron al baño. Hinata siguiendo de cerca a Iwaizumi por la espalda. Sin darse cuenta, Hinata empezó a observar la espalda del más alto, estaba marcada y aún tenía ligeras gotas recorriendo la zona de su columna vertebral. Al final, por ir en las nubes, se terminó chocando con él cuando paró

-¿Estás bien Hinata? -preguntó el pelinegro, agachándose para ayudarlo a levantarse

Hinata enrojeció más de lo que ya lo había hecho. Se sintió torpe y tonto, por haberse quedado mirando la espalda de uno de los chicos que le habían dado alojamiento. Además tenía novio, debía respetar eso.

Alejó esos pensamientos de su cabeza y tomó la mano del que se la tendía. Se levantó y se inclinó un poco, agachando totalmente la cabeza

-¡Lo siento, lo siento, lo siento, perdóname! -juntó sus manos -¡Siento mucho haberme chocado contigo, no estaba pensando mucho en lo que hacía! -se noto una voz temblorosa en el habla del chico. Por lo menos es lo que el más alto notó, e inclinó un poco la cabeza en confusión

-No te preocupes Hinata, ha sido un accidente, tranquilo -le puso una mano en el hombro, en señal de tranquilidad.

El chico asintió repetidas veces antes de ir otra vez a su cuarto a por su pijama y su ropa interior. Todas sus maletas estaban hechas un desastre por la rapidez con las que habían sido hechas. No se preocupó demasiado por qué ponerse, con un pantalón corto y una camiseta holgada que tenía para dormir era más que suficiente.

Cogió (agarrar) también ropa interior y unos calcetines. Siempre se le quedaban muy fríos los pies, así que se los tapaba para mantenerlos calientes. Se dirigió al baño e Iwaizumi ya no estaba ahí, lo vio en el sofá viendo un programa que no llegó a ver muy bien. Suspiró. Se metió en el baño y procedió a ducharse.

Iwaizumi, desde el sofá, escuchó el agua caer y entonces dirigió su mirada hacia su novio, que ahora hacia el curry que le había prometido a Hinata.

-Sabes, Hinata se ha tropezado conmigo antes -soltó como dato curioso

-¿Y?

-Se ha disculpado muchas veces y... Se ha dicho a sí mismo torpe -hizo una pausa -A ver, no con esas palabras, pero estoy seguro de que se sentía muy torpe -se levantó del sillón y se acercó a Oikawa

-Acaba de salir de una relación tóxica Iwa-chan -Oikawa le dedicó una sonrisa y le acarició la mejilla -Démosle tiempo y verás como todo va a mejor, con él y con todo -le dio un pequeño beso en los labios y siguió haciendo la cena.

El pelinegro le creyó. Tenía razón, para que mentir. A Hinata solo le hacia falta cariño y seguridad, y con ellos seguro que lo encontraba.

También con el equipo, claro.

****

La mesa estaba puesta, la comida servida y Oikawa e Iwaizumi ya estaban sentados en las sillas, listos para empezar a comer. Pero faltaba Hinata, así que con toda la pena del mundo, no podían empezar a comer sin él.

-¿Hinata? -preguntó Oikawa, que se había levantado para ver si Hinata estaba bien -¿Cuánto te queda?

-Ya salgo Oikawa-san -dijo la voz aguda del pelinaranja al otro lado de la puerta y se escuchó el pestillo (seguro). Oikawa sonrió y volvió a sentarse a la mesa.

Justo al levantar la cabeza de la mesa, en sincronización con su novio, se vio a Hinata saliendo del baño, con una camiseta holgada y unos pantalones cortos. Sus pies cubiertos con unos calcetines naranjas y unas pantuflas que ellos mismos le dieron

El cambio [Iwaoihina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora