De Principio A Fin

Capítulo 33

¿Que es mas probable. Que un hombre se disculpe, o que una mujer lo haga?
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Layla

Entro al edificio con una sonrisa enorme. Camino hasta el elevador y saludo a todos con una sonrisa, cuando llegué al piso le doy los buenos días a mis compañeros de piso y llego hasta mi oficina.

Mi sonrisa se vuelve más grande y casi suelto una risa nerviosa.

Hombres así, solo en las películas

Me acerco asombrada al escritorio donde un bello ramo de rosas blancas resalta en todo el lugar.

Tomó la tarjeta blanca sonriendo y muerdo mi labio cuando leo el mensaje escrito a mano, en perfecta caligrafía.

El blanco representa la paz y la calma, preferí darte esa imagen a una rosa roja llena de deseo y lujuria. En mi casa te espera otro ramo, ¿quieres venir a verlo?

No tenía firma, pero obvio sabía de quien venía el detalle.

La insinuación está presente, veo la doble intención con sus intenciones, y aunque me parezca arriesgado de su parte, adoro el detalle de hacerme pensar en él hoy.

—  ¡wou! ¡Amiga!

Giro para ver a Andrea entrar

—  ¡¿quién te anda pretendiendo?! — se acerca a ver el ramo y yo le extiendo la carta

La lee y sus ojos brillan — esto es... No tengo palabras, se nota que es educado pero... Esas insinuaciones, ¿con quien andas eh? ¿Y porque no me habías dicho?

Sonreí —  es algo nuevo, muy nuevo, apenas nos estamos conociendo

— aja, si, como no. ¿Y por eso te invita a ver su otro ramo? — sube y baja sus cejas — ¿para conocerlo mejor? — suelta una risa

—  ya basta — tomó la tarjeta de sus manos y la guardo - en realidad si esperaría otro ramo

—  no amiga, eso — señaló la tarjeta - eso es una invitación a una noche de pasión, si me invitarán a ver ramos - suspiró - vería ramos por el resto de mi vida

Me reí — en serio necesitas una pareja

—  ¿quién dice que no la tengo?

La mire — vamos, de ser así ya me lo habrías dicho

Sonrió — cierto, pero puede, o no, que haya conocido a alguien, o no, en esa noche del bar... O no

Me senté — aja, y de eso hace unos días, ¿no planeaba decirme nada?

Se encogió de hombros — si te digo la verdad no me veía interesada, es que él es... Ufff, me encanta que se resista ¿que tendrán los hombres difíciles que nos gusta tanto?

Bufé - ni que lo digas — no considero a Alex un hombre fácil, pero ciertamente tampoco es difícil, está en un punto medio

—  le pedí su número y me dio el de su madre ¡puedes creerlo!. La vergüenza que sentí al hablar con la señora, y pensar que era casado - bufo - lo que no se esperaba es que esa mujer y yo fuéramos tan parecidas, le agradé tanto que me invitó a tomar café esta tarde en su casa, casualmente me dijo, que su hijo vendría de visita, ¡le espera una gran sorpresa al desgraciado!