La vida de una madre no es fácil, deja de pensar en ella, para pensar por alguien más
____________________________Layla
Bueno, aquí estamos.
Luego de una charla interna, y muchas preguntas sin respuestas, llegué a involucrarme tanto que ya se me va a hacer difícil salir de esto.
— ¿señorita? Buenas tardes... ¿Esta esperando a alguien? — la voz de una amable enfermera me distrajo
Asentí tímida — lo siento, busco al doctor Lyns, tengo una cita con él
Me miró algo confundida — lo siento, tengo entendido que el doctor Lyns tiene una cita con otro paciente a esta hora — revisó en sus carpetas — ¿es usted, Layla Jefferson?
Asentí
— ah bueno — sonrió — disculpe entonces, el doctor me explicó la situación. El señor Well aún no llega, pero si gusta, puede pasar al consultorio del doctor, él los está esperando
Asentí y le agradecí
Caminé por los blancos pasillos hasta dar con una puerta, con el apellido del doctor, y su profesión.
Genial, no fuiste al psicólogo de chica, lo visitas ahora de grande
Tomé una respiración profunda y toque la puerta, esperando respuesta.
Escuche como me permitió pasar y entre.
Él hombre con bata blanca se levantó de su escritorio y vino a mi encuentro
— debes ser Layla ¿no? — asentí — un gusto conocerte — me tendió su mano y la tomé — Jhona Lyns
— un gusto — murmure, me sentía un tanto intimidada
— por favor, siéntate — volvió a tomar asiento en su silla — Alex me envió un mensaje hace unos minutos, ya deben de venir en camino — me senté en una de las tres sillas al frente de su escritorio
Asentí, me detuve a observar todo el interior de la habitación, paredes en color verde opaco y un café suave, era una linda combinación, varios cuadros con distintas imágenes, algunas de niños sonriendo, familias felices, algunas referentes al cerebro, pude notar algunos dibujos hechos por niños, a la espalda del doctor, muy lindos y coloridos, sonreí. Tenía un sillón para recostarse, también otros más pequeños, como para niños, y un baúl transparente lleno de juguetes.
¿Es un psicólogo infantil?
Note los muchos diplomas y certificados colgados y enmarcados en la pared, me daba tranquilidad saber que estaríamos siendo guiados por un profesional.
— muy bien Layla ¿puedo llamarte Layla? — asentí — bueno, antes de que lleguen Alexis y Allister, quiero decirte, dejando un poco de lado lo profesional, que agradezco tu confianza en esto, tu colaboración y tu aceptación para ayudar a Allister, eso dice mucho de ti — me dio una sonrisa tranquilizante
¿Porque siento que me habla como niña chiquita?
— si tienes alguna duda, que no quieras comentar frente a Alex, este es el momento
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De Principio A Fin
RomanceÉl, quería una madre; pero no la buscaba. Él, quería compañía; pero no la encontraba. Ella, quería sanar; y los ayudó a encontrarla.