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Perímetro asegurado, un bosque realmente hermoso, pero lo más importante; Con glicinas. Una defensa contra demonios, los demonios enserio odian esas flores. Lugar con árboles que tienen flores glicinas, así que esa era su mejor defensa, tanto como de día, como para noche, y en la noche te podría salvar si es que un Débora-hombres te persigue.
Debilidades, era escasa la comida, el agua está bien, por la cascada, pero no había mucho alimento en ese lugar, un problema.
Ok, ahora, su entrenamiento, podría ser un poco difícil sin alguien guiándola, pero tenía el libro y los papeles, donde se mostraban cómo hacerlas correctamente, y eso es mejor que nada.
Con eso de crear una respiración, lo pensó, pero primero sería mejor mejorar tus habilidades físicas y técnicas de espada.
Siempre ha estado de un lugar a otro, evitando demonios fuertes, asesinando demonios debilidades, que no soportan ni siquiera un espada que es especial.
Espera.... Diablos, eso era, ¿Como planeaba ir a la selección final? En primer lugar, aunque entrenará técnicas de espada y habilidades física, no tiene una espada especial, ¿Cómo enfrentaría a un demonio en la selección final? Que puede ser fuerte.
"Solo sobrevive, al final de todo, es lo más importante"
Quizás no tenía que enfrentarse a uno necesariamente, no porque no quisiera, era por que no podía. Leyendo más en tema de la selección final, al final de completar con sobrevivir allí, te hacen escoger un mineral para forjar tu espada, está si serviría para matar demonios menos débiles, lo mejor sería sobrevivir sin combate.
Ya se estaba haciendo de noche, mejor era irse a su punto de encuentro, ¿Dónde dormiría? Dentro de árbol, últimamente había encontrado un hueco, no tan grande, donde cabía a la perfección, allí pasó la noche, mañana comenzaría con el entrenamiento.
Por otro lado, los gemelos Tokito ya estaban bañados y preparándose para cenar, una cena de parte de Amane.
Se sentaron a comer, para saciar sus hambrientos estómagos, no habían comidos desde la mañana.
"Itadakimasu"
Comieron, hasta que sus estómagos quedaron satisfechos. Y más vale que se estén alimentando bien, ya que el entrenar, te quita energías, calorías, etc.
-Nii-san- Habló Muichiro captando la atención de Yuichiro, que este solo respondió con un simple "mmhh".
-¿Podríamos salir alguna vez a ver el pueblo?- Preguntó Muichiro mientras sonreía.
-Mejor enfócate en el entrenamiento- Respondió Yuichiro, mientras ponía sus dedos en la frente del menor.
-Yuichiro, no seas amargado- Respondió Muichiro, haciendo puchero.
Yuichiro lo vio serio, mientras empujaba su frente con sus dedos.
-Yo no soy amargado- Respondió Yuichiro, con el ceño fruncido.
-¡Auch! ¡No hagas eso!- Reprochó Muichiro, mientras se sobaba la frente.
-Te lo mereces- Respondió Yuichiro, mientras se iba.
-¡Nii-san!- Le gritó Muichiro, mientras corría hacia esté y se ponía enfrente de él.
-¿Ahora que quieres?- Preguntó Yuichiro, mientras un suspiro salía de sus labios.
Muichiro le sacó la lengua y se fue a a la habitación.
Yuichiro solo se quedó serio, viendo lo infantil que era su hermano.
"Es triste que en este mundo te pueda arrebatar tu infancia a tan corta edad"
Aunque le gustaba que su hermano, a pesar de todo lo que pasó y está sucediendo, está feliz, si, está feliz por eso.
Yuichiro pensaba que tenía que ser así de estricto para proteger lo único que le queda, lo quiere, aunque no se lo diga.
Lo único que quiere es que él y su hermano vivan, ¿Tanto era pedir?. Tal vez en otra vida puedan tener tranquilidad, por ahora las cosas son así.
"¿Necesito mentirme para abrirme un caminó a la vida?"
Yuichiro dejó de pensar, ya era de noche, era hora de dormir, así que se dirige a la habitación, que cuando la abre, lo primero que recibe es un almohadazo a su cara.
-Te lo mereces- Dijo Muichiro mientras le sacaba la lengua.
-Tu- Dijo Yuichiro con el ceño fruncido, agarra la almohada y se la lanza al menor, este lo esquivó, para después Yuichiro agarra la almohada de nuevo, y Muichiro agarra otra, y así comenzó una guerra de almohadas. Los gemelos reían mientras seguían golpeándose con las almohadas, hasta que se cansaron y se dispusieron a dormir.
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