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La luna descendía para dar paso al sol, los primeros rayos de luz le dieron a la jovencita que descansaba tranquilamente sobre un futón en la habitación que compartía temporalmente con los pequeños gemelos Tokito

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La luna descendía para dar paso al sol, los primeros rayos de luz le dieron a la jovencita que descansaba tranquilamente sobre un futón en la habitación que compartía temporalmente con los pequeños gemelos Tokito.
Despertó sabiendo que tendría que marcharse, no sin antes dejar una nota para agradecerles el hospedaje y verificar que no haya más demonios en la zona.

Se marchó dejando la nota en el futón y con mucho sigilo salió de la habitación para ir a la puerta principal de la casa, abandonando así, el hogar. Ella sabía que iban estar bien, por lo que el mayor, Yuichiro, había dicho iban a aceptar una propuesta, ella tenía buen instinto, y por eso sabía que iban estar bien.

Ahora dejando la zona, se fue sin rumbo alguno, sin saber que le deparará el destino.

Por otro lado el menor de los gemelos despertaba cuando la luz del el sol llegó a sus ojos, poniendo sus manos en su cara para evitar que los rayos del sol lo molestarán, pero recordó que una niña se quedó con ellos en la noche y había dicho que se marcharía en cuanto el sol saliera. Entonces, se sentó en el futón para mirar a su izquierda donde estaba el futón donde la niña dormía, pero ahora vacío, con una nota.
Él pensó que no lo diría enserio, ¿Tan temprano? ¿Es enserio?, miro a la derecha para ver cómo su hermano mayor dormido, gateo hacia el para agitarlo un poco mientras susurraba en su oído que despertara.

-Nii-san, despierta, despierta- susurró Muichiro en el oído del mayor para despertarlo, acción que funcionó poco después.
Yuichiro se reincorporó para tallarse los ojos, y mirar a su hermano.

-¿Qué?- Fue lo que dijo al ver su hermano levantado muy temprano, apenas el sol estaba subiendo.

-Ya se fue- respondió muichiro, mientras se hacía un lado para que su hermano viera el futón vacío donde durmió la niña.

Yuichiro se limitó a mirar el futón donde durmió la chica para notar un papel pequeño color amarillo en éste. Se levantó para ir hacia el futón y tomar la nota para leer lo que estaba escrito.

"Muchas gracias por dejarme quedar esta noche en su hogar, me aseguré que no haya más demonios por la zona así que estarán bien, estoy segura, Adiós."

Yuichiro termino de leer la nota en su mente y se la paso así hermano para que el la leyera.
Ahora sólo quedaba esperar a la mujer que les ofreció ser cazadores de demonios para aceptar la petición.

-Ou, yo quería despedirme de ella- mencionó Muichiro un poco desanimado, ya que en muy poco tiempo ya le había tomado cariño, quería al menos haberse despedido correctamente de ella, pero no la olvidaría, ya que fue quien los salvó.

-No importa, sólo queda esperar a esa mujer- Respondió Yuichiro caminando hacia la puerta para hacer el desayuno. Aunque él quería haberse también despedido de ella, no lo admitiría, por ahora los acompañan los recuerdos que compartieron hace horas, no sabía si la volverían a ver.

Una hora paso desde que ella se fue, y los gemelos estaba solos en el comedor, disfrutando de su desayunando. Uno estaba esperando a que la mujer apareciera, entre más pronto mejor, y el otro estaba recordando momentos con la pequeña.

⚘༉‧₊ɴᴜʙᴇᴄɪᴛᴀ「ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴛᴏᴋɪᴛᴏ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora