¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era el día, hoy era el día que varios han estado esperando, incluidos a nuestro queridos protagonista, hoy era el día de..... La entrega de la espada.
(S/N) estaba en frente de la puerta de la residencia de los Tokito, ellos la habían invitado a recibir sus espadas juntos, y ella aceptó.
Tocó la puerta tres veces, y después de unos segundos abrió, al parecer el gemelo mayor, y este al ver que era ella, se hizo a un lado para dejarla pasar, y ella le sonrió levemente pasando hacia adentro.
Cuando entró, Yuichiro cerró la puerta detrás de él, para después hablar.
-Tardaste- Dijo Yuichiro con un semblante serio, mientras se cruzaba de brazos.
-Lo lamento, no daba con la dirección- Respondió ella apenada, mientras jugaba con los dedos de sus manos.
-¿No te guío tu cuervo?- Preguntó Yuichiro encarnando una ceja.
-No, él sigue molesto conmigo- Respondió (S/N) mucho más apenada, el cuervo ni si quiera le dirigía la palabra, lo único que hizo fue dejarle la carta que los gemelos le habían mandado para escribir su dirección e invitación, pero el cuervo no la guío, aún seguía resentido.
Yuichiro suspiró y le indico por donde ir, en la sala, donde se encontraba Muichiro en el sofá con lo cabeza en el piso y el resto de su cuerpo arriba del sillón, y esté al ver a (S/N), le mostró una gran sonrisa y la saludo con la mano rápidamente.
-¡(S/N)! ¡Qué bueno que viniste!- Dijo Muichiro, a lo que (S/N) respondió con una sonrisa leve.
-Hey- Habló Yuichiro llamando la atención de ambos presentes.
-Tu traje está aquí- Mencionó Yuichiro.
-¿Enserio? Pensé que lo tendría que ir a recoger hoy- Respondió (S/N) confundida, y el gemelo menor se acomodó correctamente en sofá con los pies cruzados.
-Sí, bueno, nosotros decidimos ir por él, para que no tengas que ir hasta allá- Dijo Muichiro mientras le sonreía levemente, e Yuichiro se sentaba en el sofá.
-Oh, no tendrían por qué haber hecho eso- Respondió ella, y los gemelos sólo levantaron los hombros en señal de que no le tendría que tomar importancia a esa pequeñez.
En realidad los gemelos no le agradaba la idea de que ella fuera de nuevo allí, para nada, así que ellos mismos fueron por el traje, no sin antes amenazar a Maeda algunas veces más, solo para que lo tenga mucho más claro y que sepan que van en serio.
Los gemelos sólo en pensar que Maeda estuviera cerca de (S/N) les hervía la sangre, y no saben por qué, pero a toda costa que él se vuelva a cercar a ella.
-Yuichiro, Muichiro, chicos, ¿Están bien?- Hablaba (S/N) mientras agitaba sus manos enfrente de ellos para que ellos reaccionarán.
-¿Ehh?- Exclamaron los gemelos al unísono, reaccionando por fin.
