Capítulo 13: El pasado que no puedo enterrar

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Maya Piñeros.

No sé cómo llegamos a esto, no sé en qué momento Fred fue capaz de mandar a Olivia al hospital, querer matarla, todo esto por mi culpa, nunca debí dejarlo, nunca debí enfrentarlo, nunca debí salir con Mallory, todo es mi culpa.

Desde la vez que acepté salir con Fred por primera vez Olivia me dijo que no tenía una buena reputación, todo esto es consecuencia de mi error, de mi peor error, hace 3 años cometí el peor error de mi vida, dejarlo entrar, manipularme, humillarme, pe...pegarme; no quiero confiar en nadie más, necesito a Olivia, la necesito aquí conmigo diciendo que todo estará bien, que vayamos por un helado y lloremos, que me mencione a personajes que no conozco, pero espera que encuentre a uno así para mí, la extraño y está así por mi culpa.

Justo cuando estoy pensando en él mi celular suena, una llamada, mis manos están sudando, siento que el mundo se mueve demasiado rápido, tengo que ser fuerte. Levanto la mano con la que sostengo el móvil y lo miro, justo como lo imaginé, es él, su nombre reflejado en mi pantalla, mis manos ahora sudan y tiemblan al mismo tiempo, no puedo contestar, puedo escuchar los latidos de mi corazón ¿cómo es que puede provocar todo esto en mí? Necesito calmarme, tengo miedo, veo la puerta de la habitación de Olivia esperando que salga de ahí, con una sonrisa y tome mi mano, pero no es así, sigue cerrada, Lucas sigue dentro, Cecilia está llorando, esto sigue siendo real, noto que Mallory me está analizando y tiene intención de acercarse, decido contestar.

─ ¿Hola? ─Ruego que mi voz no se escuche cortada. No quiero que sepa que tengo miedo.

─Hola hermosa ¿me extrañaste? ─Puedo imaginar la sonrisa que se forma en su cara al no escucharme decir nada. ─Te ves muy bonita hoy, cada día estás mejor.

Siento una mirada sobre mí, no puede ser tan descarado de estar aquí, solo es mi imaginación, lo busco y no está, una risa devuelve mi atención a la llamada.

─No sé qué es lo que quieres Fred, es mejor que me dejes en paz.

─No haré eso linda, lo sabes, primero fue la perra de Olivia, pero tengo entendido que tus padres regresarán mañana por la tarde y tus hermanos están en tu casa.

Es cierto, mis padres están en Suiza y en cuanto supieron lo de Olivia decidieron comprar el primer vuelo disponible, claro, después de todas sus reuniones, primero el trabajo. Mis hermanos podrían acabar con Fred a puro golpe, pero aún así no quiero arriesgarlos.

─No Fred, no lo hagas, dime qué es lo que quieres.

─Quiero que vuelvas conmigo, que te mudes conmigo.

─Estás loco.

─Por favor Maya, entiende que te amo.

─Esto no es amor.

─Ojitos, por favor.

Que asco me da ese apodo ahora.

─No, Fred, no quiero nada contigo.

─No sabes de lo que soy capaz Maya, este es el comienzo.

Cuelgo, no estoy consciente de lo que dije o hice, no debí colgarle, veo a lo lejos como Lucas sale de la habitación de Olivia. Debo de regresar con él, si no lo hago lastimará a más personas. Algo en mí me dice que Olivia no ha despertado y por la cara de Lucas sé que no me equivoco.

─No puedo creer que esté así. ─Sus ojos están rojos y sé que adentro ha llorado mares, lo sé porque yo lo hice.

─Lo sé, no puedo creer que ese imbécil, si yo tan solo...

─No Maya, mira, no te conozco muy bien, ni siquiera conozco a Olivia como me gustaría, pero son importantes para mí, lo son desde que noté lo mucho que pensaba en Liv y en lo que daría por ser parte de su vida, eres importante para ella, jamás te dejaría sola y es por eso que yo no lo haré. Ambos estamos contigo. ─Lucas toma mi mano y continua. ─Estaremos bien Maya, ella estará bien y ese estúpido no te hará daño, ni a ti ni a ella.

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