No sé en qué momento de la madrugada me quedé dormida, el sol entra por un pequeño hueco de la cortina sin embargo, eso no fue lo que me despertó sino, un pequeño golpe en la puerta, una enfermera apenada me pregunta si puede pasar y yo solo le sonrío, tomándolo como señal, entra y comienza a revisar todo a mi alrededor, veo que Lucas sigue dormido, se mueve y se queja un poco, aun así no despierta, a pesar del ruido que la enfermera está haciendo no hace más que moverse un poco, es tan tierno.
─Señorita, me comentó la doctora Ramírez que hoy comienza su fisioterapia. ─La miro con confusión y creo que puede notarlo. ─Ya sabe, una semana sin caminar puede tener consecuencias, su cuerpo está un poco... dormido, por decirlo así.
─Oh ya veo, no lo había pensado.
Escucho que Lucas bosteza y al mirarlo está frotando sus ojos, adormilado me mira y sonríe.
─Buenos días desconocida. ─Justo cuando creí que su voz no podía ser más sexi tengo la fortuna de escucharlo cuando recién despierta.
─Buenos días Spiderman.
Las ganas que tengo de besar esa sonrisa perfecta, son inmensas.
Contrólate nena, primero debes recuperarte.
No me doy cuenta que estoy mordiendo mi labio hasta que la enfermera aclara su garganta y tengo que soltarlo para hablar.
─Muchas gracias por todo ¿a qué hora será la terapia?
─ ¿Terapia? ─Interrumpe Lucas.
─Le comentaba a la señorita Cortés que tiene fisioterapia hoy, la primera sesión.
─Claro, esta nena tiene que aprender a caminar de nuevo. ─Lucas pellizca mis mejillas.
─Ella sabe hacerlo, su cuerpo puede que lo haya olvidado.
─Justo como una bebé, toda tierna. ─Lucas sigue haciendo voz rara, pero al fin suelta mis mejillas.
─Los dejo, cualquier cosa está el botón. ─Parece que los jueguitos de Lucas no le gustan lo suficiente.
─Disculpa. ─Freno a la enfermera. ─Quisiera tomar un baño, ¿podría ayudarme?
─Le enviaré a su enfermero asignado, su nombre es Elías, anoche tuvo que descansar y yo quedé en su lugar, pero llegará en media hora, a las nueve en punto, le diré que venga a verte.
─Muchas gracias por todo.
La enfermera sale de la habitación. Lucas está bastante callado desde que mencioné el baño.
─Bien, suéltalo.
─Creo que hueles bastante bien. Deberías de bañarte hasta que llegues a casa.
─Lucas, que anti-higiénico es eso.
─Yo solo digo, hueles como las mismísimas flores.
─Después de un mes muertas. ─En realidad no huelo tan mal, tengo olor a hospital, ya saben, desinfectante, alcohol, limpieza. Es todo lo que percibo.
Lucas busca algo en su maleta y veo que saca su cepillo de dientes y una muda de ropa.
─Iré a cambiarme, buscaré algo de desayunar. ¿Se te antoja algo en específico?
─Muero por unos chilaquiles con arrachera. ─Le hago ojitos de perrito triste.
─Buena elección, preguntaré si puedes comer y cruza los dedos para que sea un gran "Sí".
Cruzo los dedos y cierro mis ojos un momento, al abrirlos Lucas está muy cerca de mí, puedo sentir su respiración, sus ojos están un poco más arriba de los míos así que tengo que levantar ligeramente la mirada. Sus ojos son hermosos, sus cejas, sus pestañas, todo, no puedo esperar a besarlo.
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¿Por qué no sales del libro?
Novela JuvenilOlivia Cortés es una fanática de la lectura, sueña con tener un amor como los que lee por las madrugadas en su habitación, quiere conocer a alguien que esté dispuesto a todo por su amor. ¿Cuándo tendrá su amor de libro? ¿Alguna vez conocerá a un chi...