Capítulo 7: Casualidades.

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Desconocido "Spiderman"

Debo admitir que no esperaba su mensaje aún, no esperaba verla tan pronto, pero las casualidades pasan y aunque soy un chico no dejo de creer en que el destino influye en cosas de nuestra vida o al menos eso me ha estado demostrando.

Ayer por la tarde mis ojos estuvieron sobre mi celular durante horas, esperando su mensaje, sin embargo, no llegó, esa chica despertó algo en mí que muchas no lo habían logrado, no crean que soy el chico malo que se acuesta con una distinta cada día y las deja llorando, la intimidad es algo que me importa " de más" según mis amigos, pero no estoy de acuerdo con que pases una noche y ni siquiera te quedes a platicar un rato o a abrazar a la otra persona. Claro que he tenido noches de locura pero normalmente soy al que usan para una noche, jamás soy yo el que se va, por eso sé que no me gustaría que alguien sienta ese vacío por mi culpa, no digo que se involucre lo sentimental pero somos seres humanos.

Su mensaje llegó a eso de la 1 de la mañana, ya estaba dormido pero fue lo primero que vi al despertar esta mañana, podría decir que mi corazón saltó fuera de mi pecho y no sé cómo regresó a su lugar, claramente esto no lo demostré al responderle.

—Hijo es hora de ir al trabajo.— Mi padre me llama y reviso el reloj mientras lo coloco en mi muñeca.

8:45 am

Bajo a la sala donde mi padre me está esperando y agarro una barrita energética que está en la isla de la cocina, le doy un beso a mi padre y salgo a toda prisa. Mi trabajo no es nada pesado, el negocio familiar (de mi padre y mío) es una de las librerías más grandes del país, es de 4 pisos y tenemos una cafetería adentro,  escritores van y se quedan por horas, es bastante tranquila y soy feliz estando allí, siento que pertenezco a los libros, es raro pero solo en ese lugar me siento completamente seguro. Aquí quiero traer a la desconocida.

9:00 am

—Buenos días Nick.—Saludo a mi mejor amigo que ahora trabaja aquí, es su primera semana y ya descompuso la maquina de café.

—Buenos días al mejor jefe del mundo.—Me dice mientras me da un abrazo. Parece que alguien pasó una buena noche.

—No soy tu jefe y antes de que comiences a dar detalles que no pedí de tu noche, dime qué es lo que no sabes usar de la maquina. 

—En realidad ya la sé utilizar, lo que pasa es que ¿no viste a la chica que iba pasando? Joder, era preciosa.—Volteo los ojos porque si esto va a pasar cada vez que mi amigo vea a una linda nena tendré que comprar 10 maquinas más.

—No puede pasar otra vez Nick, sabes que mi padre podrá despedirte, a él no le importará que seas mi mejor amigo.

—Te prometo que no pasará de nuevo.

—Y de preferencia no coquetees con clientas.

—Claro jefe.

Nick comienza a limpiar la barra y lo dejo solo mientras voy a ver a los demás empleados. No vengo con ropa formal porque a las 11 salgo a correr, en las mañanas solo reviso que todo esté bien y que no les falte nada a los trabajadores, abrimos a las 10, estoy un rato y regreso a las 5, podría estar todo el día aquí pero mi padre quiere que viva mi adolescencia de alguna forma, toda mi vida he estudiado en línea, muchos pensarían que no tengo amigos pero se equivocan, veo a mis compañeros de clase cada semana, salimos de fiesta y somos inseparables. En mis 19 años de vida jamás he tenido problemas con la vida social.

—Cariño.—Escucho que gritan e inmediatamente sé quién es. Volvió.

—Cris ¿Cuándo volviste?—La abrazo y le doy vueltas por los aires.—Te extrañé tanto.

¿Por qué no sales del libro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora