Capítulo 8: Llanto, helado y ¿cita?

29 4 3
                                    

Olivia Cortés.

Lucas.

Pensar en Lucas, cuidar a Maya.

No, no, no.

Pensar en Maya, cuidar a Maya.

Dejamos a Lucas en el parque, después de darle una mirada suplicando comprensión él solo asintió mientras sonreía dulcemente y dejó que nos fuéramos.

Ahora estoy en el piso de mi habitación con Maya acostada en mis piernas, no ha dejado de llorar desde que llegamos, cayó en cuenta de lo que acababa de pasar y en ocasiones el llanto de tristeza se convertía en llanto de felicidad y tranquilidad. Cuando noto que está un poco más calmada me levanto lentamente.

─No te vayas Liv, no me dejes. ─Su carita hace que se me haga pequeño el corazón. Tan dura y tan dulce que puede ser.

─Tranquila cariño, voy a regresar.

La dejo en la habitación y bajo a la cocina. No hay nadie en casa, mamá fue a trabajar después de que Mayi y yo saliéramos de casa. Abro el congelador y como recordaba, frente a mí está un bote de helado de vainilla, el favorito de Maya, observo la nota que tiene en la tapa:

"Solo para un corazón roto o mucho antojo"

Sí, así de cursis somos, pero nos tenemos la una a la otra, si no fuera así, estaríamos pérdidas, destrozadas y tal vez alguna ya no estaría aquí para contarlo. Tomo dos cucharas y el jarabe de chocolate que está en la repisa arriba de la estufa. Subo las escaleras de regreso a la habitación.

Maya ahora está en la cama con una cobija y los ojos pegados en la televisión, está viendo Gilmore Girls y no me sorprende que no me preste atención ahora que Jessie está en escena, no la culpo, él es guapísimo pero no tanto como Logan. Me siento a su lado y ella voltea a verme.

─ ¿Acaso hay un corazón roto por aquí? ─Sus grandes ojos se vuelven a poner llorosos al escucharme decirlo.

─No está roto Liv, está en reparación. Podría decir que es más antojo. ─Me rio, aunque no fue nada gracioso, sé que ella no quiere pensar en chistes en estos momentos. Su celular suena y veo cómo una sonrisa se va dibujando en su rostro. Oh no.

─Maya dame eso. No vas a hablar con él. No te hace bien regresar ahí, lo sabes y...─Tomo su celular y me sorprendo al ver el nombre de ¿Mallory? ¿Quién es Mallory? ─ ¿Quién demonios es Mallory?

─No es nadie, devuélveme el celular. Debo contestar. ─Lo dice en un tono tranquilo, no está enfadada. Lo pongo de nuevo en su mano y sé que en algún momento hablará, no soportará no hablar del tema, menos conmigo, todo lo sé, todo lo sabe.

Continuamos viendo la serie y cada vez que sale Logan me acuerdo de Lucas, no sé por qué, no son físicamente parecidos, pero Logan es mi crush frustrado de toda la vida y lucas, bueno, Lucas es muy bueno para ser real. 

Recuerdo que no me ha escrito en todo el día, tal vez entiende la situación con Maya y me quiso dar espacio, tal vez se dio cuenta de que no le intereso lo suficiente, quizás murió, no, no, no, no murió, tanto libro me está metiendo ideas de que mi amor podría acabar en el más allá cuando ni siquiera estoy segura de que seamos ideales o compatibles, solo es atracción física, solo eso.

─Es la chica de la tienda, cuando saliste, ella... ella me dio su número.

La voz de Maya es temblorosa, suele temerme cuando se tratan de temas amorosos, dice que soy muy estricta y que mi aprobación es fundamental en su toma de decisiones.

─Creo que sobra decir que tienes que sanar, no quiero andes por la vida con el corazón roto rompiendo a los demás, ¿sabes? No es luto, solo quiero que sepas lo que vales, lo que mereces, que no te conformes con unas palabras bonitas que se las llevarán el viento, quiero que seas feliz, que te quieran con la misma intensidad con la que tú quieres a las personas.

» Quiero que seas libre, que nadie te ate, que nadie te obligue a hacer cosas que no quieres, no quiero un Fred para ti, quiero un Jack Ross para ti, quiero un John Ambrose, una Allie, quiero una Elizabeth Bennet, porque es lo que mereces linda, así que la decisión que tomes, solo pido que pienses en ti primero.

Maya me ve con los ojos llenos de lágrimas y me envuelve con sus brazos, el contacto físico me pone de nervios, pero vamos ¿quién no quiere abrazar a la bola de mocos que es Mayi? Es tan linda que merece todo lo que ya le dije.

─No entendí una mierda cuando mencionaste nombres, pero te amo ¿Lo sabías? 

─Claro que lo sabía estúpida, todos me aman ¿Acaso no me ves? ─Maya ríe y se ve extremadamente horrible con la cara toda roja y mojada.

─No hace falta que hagas cara de asco, iré a lavarme la cara y nos iremos.

─ ¿Iremos? ¿A dónde? 

Respondo muy tarde, Maya ya está encerrada en el baño, sé que cerró la puerta para poder evadir mis preguntas y claro que vamos a salir, tendrá una cita con Mallory y yo estaré con ellas, que aburrido.

Entonces lo recuerdo, no estoy segura de escribirle, esperaré a Maya, tal vez solo seremos ella y yo.

Por Dios Olivia, obviamente no serán solo ustedes dos, ya escribile a ese bombón.

Maya sale del baño y no parece que estuvo llorando durante 3 horas, no sé cómo lo hace tan rápido, tiene superpoderes y se puede arreglar súper deprisa, no lo sé, pero yo sigo en la misma posición y ella ya está tomando su bolso.

─Si tienes que irte no hay problema, llegaré después o puedo quedarme leyendo.

─Liv, tengo una cita y Lucas te estará esperando.

─ ¿Qué dices?

Dijo LUCAS L-U-C-A-S

─Lucas estará esperándote en el centro comercial.

─ ¿Cómo tienes el número de Lucas?

─Mallory estudia con él, no fue complicado, ambas sabemos que ustedes dos están muriendo por envolverse en los pantalones del otro.

Mis mejillas comienzan a enrojecer y no sé por qué si él ni siquiera está aquí.

─Ven acá Liv, voy a retocar ese maquillaje, sacaré algo de tu armario y estarás lista.

Maya comienza a ir de un lado al otro en la habitación, tratando de combinar ropa, se decide por unos pantalones altos y rotos, un top rosado con cerezas y mis tenis blancos, bien, será algo casual. Retoca mi maquillaje y estamos listas, le envío un mensaje a mi madre a lo que responde que ya está camino a casa y subo al carro de Maya, las manos me sudan, no estaba preparada psicológicamente para verlo de nuevo y menos en una ¿cita? Ni siquiera sé qué es esto, estoy ansiosa por llegar, no presto atención a la velocidad a la que va Maya, pero llegamos en 10 minutos, bajo del auto, camino hacia la entrada del centro comercial y tomo un profundo suspiro.

Nuestra primera cita.

¿Por qué no sales del libro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora