¿Por qué no sales del libro?

Capítulo 24: Empujar y cuidar.

Lucas Evans

No sé en qué momento llegamos al hospital, no sé a qué velocidad manejé, pero llegamos, veo que Olivia no se mueve y es en ese momento donde caigo en cuenta que no puedo ponerme a pensar en mí, tengo que empujarla en estos momentos porque no sabemos si Maya estará bien, no sabemos qué le pasó y puede que los últimos meses fuera gran amiga mía, pero es la mejor amiga de Olivia, así que yo debo de estar fuerte.

─ Vamos nena, tenemos que bajar. ─Me voltea a ver y sus ojitos reflejan mil cosas, está confundida y debo ayudarla.

Me bajo del carro y abro su puerta, la tomo de la mano y la ayudo a bajar, está muy fría, aprieto mi agarre y la guio, llegamos a recepción.

─ Hola señorita, buenas noches, estamos buscando a Maya Piñeros, el enfermero Elías nos avisó que estaba aquí.

─ Hola, permítame buscarla en el sistema.

─ Gracias. ─Siento una mirada sobre mí. ─Tranquila mi niña, aquí estoy, siempre. ─Olivia solo asiente y mis nervios incrementan.

─ Me informa que está en terapia intensiva. ─Al escuchar esto Olivia se tapa la boca con una mano y con la otra aprieta la mía. ─Los puedo guiar si gustan.

─ Sí, muchas gracias, qué amable.

La enfermera asiente y la seguimos, los nervios me están comiendo, la preocupación se adueña de mi cuerpo, odio este lugar desde que Olivia tuvo que ingresar gracias a ese maldito.

Al menos ya está muerto.

Silencio consciencia, ahorita no hablaremos de eso.

La enfermera se detiene y vemos a los hermanos de Maya sentados fuera de la habitación, la puerta está cerrada, pero vemos a Maya a través de un gran cristal.

─ ¡Olivia! Llegaste. ─uno de ellos la abraza pero no responde.

─ Hola, soy Lucas, Olivia está un poco desconectada.

─ Todos lo estamos, soy Tomás y él es Isaac. ─ Dice mientras señala al otro chico que parece estar igual que Liv.

─ ¿Qué ha pasado? ─Pregunto porque parece que nadie va a hablar.

─ La encontramos con una jeringa al lado y su celular desbloqueado mostrando un vídeo, no entendemos por qué. ─Se limpia las lágrimas bruscamente. ─No sabemos por qué decidió hacerlo.

─ Yo sí lo sé. ─Olivia al fin habla y yo también sé la razón. ─ Fred.

─ No, lo encontraron muerto hace unos días, él no pudo orillarla a esto. ─Tomás está confundido.

─ ¿Qué ha pasado Olivia? ─Isaac se para y ahora está enfrente de ella. Ya no responde. ─ ¡Habla maldita sea!

Le grita y ahora hay lágrimas en el rostro de mi chica.

─ Es mejor que nos calmemos, no ganamos nada alterándonos. ─Digo con toda la paciencia.

─ No puedo calmarme si mi hermana está casi muerta, ¿A caso no ves todos los líquidos que están entrando a su cuerpo para sacarle la mierda que se inyectó? ─Estoy a punto de contestar pero no hace falta.

─ Si Isaac, todos podemos verlo, yo estuve en coma ¿lo recuerdas? Por el mismo maldito, que gracias al cielo o a Maya ya está muerto, te recuerdo que hemos sufrido por su maldita culpa, pero ¿Sabes también que te voy a recordar? Que tú trajiste a ese imbécil a su vida, así que no quieras culpar a nadie en estos momentos porque saldrás perdiendo, tampoco te alteres, porque si la culpa te come es tu problema. ─ Olivia apenas pudo decir eso antes de que su pecho se volviera a alterar, otro ataque.

─ Olivia, perdón, yo no sé qué sentir o pensar, no te pongas así. ─Isaac la quiere agarrar, pero lo detengo.

─ ¡Suficiente!

─ Ven aquí Isaac, no es momento de cagarla más. ─Tomás lo abraza y dirige la mirada hacía mí.─ Discúlpalo.

Solo lo miro y asiento, sé que no es fácil por lo que están pasando, pero no puedo evitar enojarme por cómo hizo sentir a Olivia.

─Tranquila mi niña, si ella no se quiere rendir aún, va a despertar, le están dando otra oportunidad.

─ Gracias Lucas.

─ Para ti, siempre.

|NOTA DE LA AUTORA |

Uy Mayi aún hay oportunidad de que luches

¿creen que los logre? ¿Se quiere quedar?

Que complicado. Ojalá les haya gustado

Les quiero desconocidos

(Sí, ya me encanta decirles así)