Jungkook se observó en aquella ventana del edificio que estaba frente a él, notando que el traje negro hacía lucir mucho más las facciones perfectas de su rostro al igual que las proporciones de su cuerpo. Se quedó unos segundos más, analizándose, hasta que sintió una presencia aparecer a su lado, sabía perfectamente de quién se trataba.
-¿Qué haces aquí? El jefe te dio una orden, nos dijo que reclutarías a cuanta gente pudieras y tu estás en un... -
- Si no cierras la maldita boca te rompo el cuello, deja de meterte en mis asuntos y lárgate, yo sé lo que hago. - Mencionó Jeon mirando al alado que tenía a un lado, hubo un silencio profundo después de aquellas palabras para luego convertirse en una corriente de aire, anunciando que Jungkook se había quedado solo nuevamente - Que fastidio. -
En las noticias de aquella mañana, se anunció una pelea callejera afuera de un club en donde dos chicos terminaron muertos y otros tres desaparecidos.
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Jimin despertó sonriente al sentir la luz del sol pegando contra su cara, abrió los ojos y saludó al sol con su mano mientras se estiraba en su cama. Observó la hora de su reloj, 7:23 de la mañana, una hora perfecta para despertar un sábado, se levantó, se lavó los dientes, la cara, trató de acomodar su cabello y se cambió la pijama.
- Hola bonitas, ahorita les doy su agüita. - El chico salió de su habitación yendo directamente a la parte de afuera, tomó su regadera para sus plantas y regresó a su habitación. - Que bonitas amanecieron hoy, como siempre -
Terminó de escombrar su habitación, sacudió sus cobertores, sus almohadones, saludó al sol nuevamente al igual que al cielo desde la ventana y al tener todo perfectamente acomodado así como limpio, salió de su habitación. Se dirigió a la cocina, observando a su madre hacer el desayuno yendo junto a ella para darle un cariñoso beso en la frente.
- Buenos días mami - Saludó sonriendo mientras observaba curioso lo que había en la sartén
- Buenos días Jimin, pon la mesa por favor, el desayuno está listo. - El chico asintió y obedeció sin chistar. Después de aquel delicioso desayuno el castaño ayudó con los deberes del hogar hasta que el reloj marcó exactamente las tres de la tarde. La hora en la que llegaría su mejor amigo. Unos minutos después el timbre de la casa sonó.
- Señora Park, buenas tardes -
- Buenas tardes Tae, pasa ¿Haz comido ya?- Preguntó la mujer amablemente.
- Eh, aún no.
- Bueno, entonces espero que te guste lo que he preparado. - Jimin ayudó nuevamente a poner la mesa, esta vez en compañía de Kim, ambos con una plática sin sentido sobre los estudios. Comieron amenamente, al término del almuerzo juntaron las cosas y es cuando el par de amigos se dirigieron a la habitación de Park, para así poder comenzar a arreglarse.
Jimin se encontraba nervioso, está de más mencionar que el chico no estaba familiarizado con ese tipo de ambientes, estaba acostumbrado a la gente y no le daba miedo conocer, sin embargo, había algo dentro de él que lo hacía inquietarse, es más, ni siquiera sabía que ropa escoger, algo muy extraño a su parecer. Se obligó a tranquilizarse, suspiró un par de veces concentrándose en su armario, tratando de decidir en que llevar, hasta que una idea se le cruzó, tenia que cambiarse su cabello.
- Tae ¿Me ayudas a pintarme el cabello? - Su amigo se le quedó viendo, extrañado, en los años que llevaba conociéndolo nunca había cambiado su pelo, siempre se quedo con ese característico café caramelo. Sin embargo, no se negó, de hecho fue todo lo contrario.
La tarde se pasó entre risas de los amigos, tinte, y ropa, mucha ropa. Ambos tenían una conexión especial que hacía que todos los ratos compartidos se convirtieran en momentos llenos de alegría por muy simples que fueran. La fuerte luz del sol se fue opacando hasta que el tono rosado con naranja apareció en el cielo, esta vez, luciendo mucho más artístico que las veces anteriores. Jimin quedó embelesado con lo que veía, dejó de prestarle atención a su amigo y se dirigió a la ventana de su habitación, la abrió sintiendo el aire de aquella tarde chocar contra su rostro, exhalo profundamente llenándose por completo de paz, de aquel bello sentimiento que le daba la naturaleza. Pareciera que el cielo sabía que esa noche las cosas cambiarían para todos.
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{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)
RandomJungkook un demonio que odia la humanidad y Taehyung, un angel que la adora, se ven obligados a encontrarse por culpa de un humano bondadoso llamado Jimin. Un terrible obsesión y la inocencia se mezclan hasta lograr un amor prohibido. ¿El ángel log...