{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)

Cap 33: Lindo niño

Cuando Jungkook y Jimin aparecieron en la superficie, específicamente en su habitación de aquella casa en la playa, el pelinegro cayó nuevamente, sin fuerzas, sintiendo como la cadena invisible apretaba más su cuello, dificultando la circulación del oxígeno y aumentando cada vez más la sangre que salía de aquél lugar, causando que tosiera un poco.

- Kook, estás perdiendo mucha sangre - Habló el rubio asustado, con lágrimas en sus ojos.

- Siéntate, te voy a contar algo - Comentó Jungkook tomándolo de la muñeca.

-¿Qué? No, me lo puedes contar después, tienes que romper la promesa - Mencionó Jimin desesperado.

- Siéntate - Ordenó Jungkook jalandolo de la muñeca, haciendo que Park tomara asiento, mirándolo confundido. -¿Sabes que la... La mayoría de nosotros no nacemos siendo demonios? Solo nos convierten en esto. -

El rubio guardó silencio ya que sabía un poco de la situación.

- Bueno, cuando a mi me convirtieron tenía seis... - En esos momentos Jimin abrió un poco la boca por la sorpresa - Si Jimin, era un niño cuando Robert me encontró. -

- Pero... ¿Cómo pudo hacer eso? ¿Cómo se atrevió? Dios.-

- Yo se lo pedí, le pedí que me llevara lejos de este mundo... Lo vi por accidente, cuando bajó para cazar yo estaba escondido en un callejón y lo vi, en esos momentos creí que era dios. - Comenzó a relatar Jungkook - Entonces le pedí que me alejara de este mundo... -

"- Señor... ¿Usted es dios?- El hombre rio un poco al escuchar el cuesionamiento inocente del pequeño niño que había encontrado en aquel callejón.

- Soy algo parecido. - Contestó el alado.

- ¿Por qué vino hasta ahora? Pedí mucho por su presencia - Comentó el niño, bajando la mirada, jugando con sus pequeños dedos. -¿Puede llevarme con usted?-

- ¿De qué hablas, niño?- Cuestionó el demonio.

- No quiero estar en este mundo, lo detesto. - Mencionó el pequeño, con la voz entrecortada.

-¿Dónde están tus padres?- Volvió a cuestionar Robert.

- Mis papás no me quieren, mí papá me pega igual que a mi mamá. - Comenzó a explicar el pelinegro. - Me molestan en la escuela y todos los niños me pegan también. -

-¿No tienes un tío o algo parecido?-

- No, mi mamá tiene un amigo y a veces me lleva ahí a jugar con su hijo. Él me cae bien, se llama Taemin, tiene diez años pero me trata bien. - Siguió contando el pequeño. - Pero el amigo de mi mami tampoco me cae bien ya que le hace cosas extrañas en frente de mi, la hace gritar mucho pero mí mamá dice que le gusta así que todas las noches me lleva a su habitación para que los vea. Creo que le gusta eso. -

Fue entonces cuando Robert entendió todo. No estaba sorprendido ya que llevana años viendo todo lo que los humanos hacían, sin embargo, se asqueó, demasiado.

- Mi papá me obliga ir a la iglesia a rezar y yo siempre rezo por usted, para que me ayude a irme de este mundo. - Habló el pelinegro. Un pequeño brillo apareció en sus mejillas y el alado logró identificarlo como unas cuántas lágrimas. - No quiero que me sigan pegando, ni seguir viendo a ese señor hacerle esas cosas a mi mami. Por favor señor, estoy cansado, quiero irme de aquí, mí papá siempre me culpa por haber nacido y la verdad es que a mí tampoco me hubiera gustado haber nacido. -

- Niño, no puedo llevarte conmigo. -

- Por favor señor, lléveme al cielo con usted dónde todos son buenos. Este mundo no me gusta, me la paso llorando, hay muchas cosas feas, aún no entiendo todo lo que veo pero sé que es malo porqué me dan ganas de vomitar. - Mencionó el niño comenzando a llorar con más fuerza. - Además, mí papá mató a mí gatito porqué rasguñó las cortinas... Él solo estaba jugando, todos los domingos voy a la iglesia con la esperanza de que me escuche y me lleve con usted. -