CAP 20: Abre los ojos

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Jeon pegó su pie al castaño y tronó los dedos, desapareciendo del lugar para así llegar a la habitación de Jimin, quién estaba sentado en su cama, esperándolos.

— No puede ser — Susurró el rubio, colocando una de sus manos en su boca, levantándose de su lugar con lágrimas en sus ojos.

— Espera — Habló Jungkook haciendo aparecer una llama blanca en su mano y colocarla en el pecho del castaño — No está muerto —

—¿Qué dices?—

— Solo entró en una especie de coma, pero aún no muere, puedo escuchar sus latidos — El chico hizo girar el cuerpo, haciendo notar las grandes heridas de su espalda, escuchando a Jimin gritar un poco por la impresión. Jeon hizo aparecer nuevamente aquella llama blanca y se la colocó en la espalda, ante la atenta mirada del rubio, quién notó como sus heridas se iban cerrando poco a poco hasta que desaparecieron en su totalidad, unos segundos después, Taehyung comenzó a toser haciendo que el pelinegro se detuviera.

—¡Tae!— El rubio se arrodillo a su lado, girándolo para que quedara boca arriba, tomando su cara, viéndolo abrir los ojos.

—¿Minnie? —

— Si, soy yo — Contestó el chico tomando la cara del contrario entre sus manos, notando como Tae abría los ojos y le sonreía un poco, aún con su respiración pesada.

—¿Qué pasó?— Cuestionó el castaño, sin querer moverse.

— Jungkook te trajo — Contestó el rubio, notando como Taehyung fruncía el entrecejo y colocaba la mirada en el pelinegro, quién también lo estaba mirando.

—¿Qué? —

— De nada, Kim — Habló Jeon alzando una de su cejas en forma de saludo — Eres increíble, se suponía que ibas a proteger a Jimin y decidiste morir por los humanos, quienes se están matando entre ellos. En serio una decisión bastante cuerda. —

— Cállate ¿Si? No estoy para tus estupideces. — Habló Kim levantándose con lentitud, con ayuda de su amigo..

— Creí que tenías un poco de criterio Taehyung, pero ya me di cuenta que me equivoqué — Siguió hablando el pelinegro. —¿Por qué lo hiciste?—

— Porqué no lo merecen, los humanos no merecen todo lo que les hacen — Jungkook frunció el entrecejo al escuchar la respuesta del contrario, riendo con ironía, negando con la cabeza.

— Me da asco el amor que le tienes a esa... Peste — Escupió Jeon, tronando sus dedos para desaparecer de la habitación del rubio, quién suspiró incómodo por todo lo que había escuchado. Estaba incómodo al igual que confundido, si le tenía tanto odio a su especie ¿Por qué lo buscaba tanto?

Aquella tarde, Taehyung estuvo en la habitación de Jimin, descansando, mientras el contrario terminaba con sus deberes de la universidad, verificando por momentos si es que el castaño aún respiraba. Al terminar, bajó para cenar algo y también, para llevar algo de comida a su amigo, quién al despertar le explicó las razones por las cuales lo habían maltratado tanto hasta al punto de dejarlo moribundo. Su conversación fue detenida por un estruendo en la ventana de Park, quién comenzaba a acostumbrarse a ver las alas blancas llegar a interrumpir en su habitación, sabiendo lo que seguía, un par de alas negras llegar para así terminar con la vida del Ángel.

— Prendan esa porquería — Ordenó el pelinegro entrando a la habitación, señalando la laptop de Jimin. — Pongan las noticias —

El rubio frunció el entrecejo, sin embargo hizo caso, colocando las noticias, notando que había un gran revuelo sobre una guerra, palabra que hizo reaccionar a Taehyung e interesarse en lo que escuchaba. Después de unos minutos de estar escuchando, el castaño apartó la mirada colocándola en el pelinegro, quién estaba recargado en la puerta, con las manos cruzadas.

— Maldito hijo de puta — Habló levantándose, acercándose al pelinegro, quién no se movió ni un segundo al ver la cercanía de Taehyung — Haz que se detenga —

Jungkook suspiró, aburrido, sin decir nada.

— ¡Haz que se detenga!— Insistió Kim, colocando una de sus manos en el cuello del contrario, apretando con fuerza.

— Taehyung basta — Pidió Jimin, levantándose — Suéltalo —

A pesar de eso, el mencionado no se movió

— Tae, suéltalo por favor — Después de esas palabras, Jungkook subió una de sus manos al agarre del castaño, apartándolo de su cuello.

— Eres tan malditamente ingenuo Kim ¿Quieres saber lo que está pasando? — Preguntó tomándolo del cuello —¿Quieres saber que jodidas pasa en realidad? Yo te voy a enseñar —

Y después de esas palabras, ambos alados desaparecieron de la habitación de Jimin, dejándolo solo, asustado a su totalidad, tanto por lo que había visto en su habitación como por lo qué había escuchado en las noticias.

•~•~•~•~•~•~•~

Jungkook apareció justo en el lugar que quería, la cúspide de la guerra, el lugar de enfrentamiento, entre escombros de explosiones, edificios caídos, quemados, al igual que cadáveres por todos lados, de gente inocente que fueron víctimas de un conflicto político que no llevaba a nada, solo a muerte.

— No puede ser — Susurró Taehyung al ver aquel panorama con el que se enfrentaba.

—¿Sabes lo que está pasando? Si, si me mandaron a destruirlos, Robert me lo ordenó, eso ya lo sabes, pero déjame decirte que yo no estoy haciendo nada, este conflicto, lo empezaron tus preciados humanos — Habló el pelinegro, soltando al castaño, aventándolo a los escombros.  — A penas en la mañana me entere de esto.

— ¿Que? Me estás mintiendo, tu o uno de los tuyos tienen que ser los causantes de todo esto, los están manipulado — Comentó Taehyung con su mirada encima del contrario.

— No, nadie de nosotros lo hizo — Contestó Jeon, notando la mirada incrédula del contrario — No tengo porqué mentirte Kim, pero nadie lo hizo... Fueron ellos —

—No — Susurró Taehyung — No puede ser cierto, no... —

—¡Fueron ellos, abre tus malditos ojos y mira a tu alrededor!— Gritó Jungkook tomándolo de los cabellos, obligando a Taehyung a mirar — Ve, todo eso, esta maldita guerra la empezaron ellos solos ¡Solos, nosotros no estamos haciendo nada! Ahí están tus preciosos humanos, son una maldita aberración, son peores que bestias, son peores que nosotros —

Taehyung comenzó a sollozar viendo todos los escombros, los edificios caídos, sonidos de explosiones no muy lejos de ellos, gritos causados por las mismas.

— Dime ¿Por qué los sigues protegiendo? ¿Por qué?— Cuestionó el pelinegro soltando su agarre —¿Por qué diste tu vida por esto? —

— Porqué no todos son así, tal vez sea mínimo pero no todos son así y una muestra de eso es Minnie — Habló Taehyung, levantándose — Sé que eres una porquería Jeon, pero también sé que estás sorprendido por la forma de ser de Jimin, lo se por la forma en la que lo ves, por como lo proteges. Se lo que está causando dentro de ti.

El pelinegro suspiró, recordando a aquel rubio, se obligó a si mismo a apartar a Park de su cabeza, recordando todo lo que esa especie había hecho con él.

— Debería de matarlos, pero veo que no tengo que preocuparme por eso, se van a encargar de destruirse a si mismos en muy poco tiempo. —

Jungkook desapareció, dejando al castaño entre el polvo de los escombros al igual que los gritos, sollozando, observando el futuro que le esperaba a su querido rubio, entre guerras, sangre, llanto y muerte. Era una lástima que el pelinegro tuviera razón, o al menos una gran parte de esta, los humanos eran seres imperfectos, esa era su naturaleza, equivocarse, sin embargo era una lástima que en todos esos errores siempre sufría gente inocente. Taehyung estaba consciente de todas las equivocaciones que la humanidad tenía, los había visto por siglos, los vió matar, pelear, llorar, pero también había aprendido a encariñarse con gente de ahí, los vio reír, bailar y crear; se había enamorado de cosas que ellos creaban, simplemente se había enamorado de la vida humana y haría todo lo que estaba en sus manos para protegerlos. 

Mucho más a su querido rubio. 

{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora