CAP 11: ¿Quieres matarme?

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La misma noche, Jimin estaba preparando las cosas que ocuparía el día siguiente en la universidad y así poder dormir tranquilo, aunque algo en el fondo le decía que las cosas no serían así, realmente esperaba que el trato que haya hecho Taehyung con Jeon fuera que lo dejara dormir. Así que se recostó, tapó todo su cuerpo con las cobijas y se hizo de lado mientras abrazaba a un peluche al cual estaba muy apegado, cerró sus ojos viendo en su cabeza a ese pelinegro nuevamente tal como lo había visto en la tarde, con su porte elegante, con seguridad y tan atractivo, porqué Jimin tendría que ser ciego para dejar a un lado que Jungkook era increíblemente atractivo, con aquella mandíbula marcada, sus clavículas que se mostraban por esos botones abiertos que dejaba en su camisa, el rubio imaginó como sería tocar el pedazo de su pecho descubierto y cuando se vio a si mismo acariciándolo se obligó a abrir los ojos, notando que no estaba solo en su habitación, asustándolo.

-¿Qué haces aquí?- Cuestionó asustado, notando como Jeon estaba sentado al lado de la cama, en completa tranquilidad. Jeon no contestó, solo lo miró con atención unos segundos. Lo miró solo cómo él lo hacía, provocando miles de escalofríos en el cuerpo de Jimin - Contesta Jeon -

- Shhh, no querrás que tus padres se enteren que estoy aquí ¿Verdad?- El rubio guardó silencio, dándole la razón con eso. - Puedes dormir tranquilo, he venido otras veces y ni siquiera te das cuenta. Siempre te estoy observando.-

Park frunció el entrecejo al escuchar eso, por inercia subió sus manos a su cuello por unos segundos. Así que, sin querer saber más se recostó nuevamente, esta vez dándole la espalda a Jeon, cubriéndose con las cobijas tratando de relajar su respiración. Pensar en el hecho de que el demonio más poderoso estaba sentado cómodamente en su habitación no le ayudaba mucho a conciliar el sueño, así que estuvo un tiempo despierto, tratando de ignorar sus pensamientos sobre la belleza del pelinegro y mejor enfocarse en la luna llena que lo acompañaba esa noche.

El chico no supo el tiempo exacto en el que estuvo despierto hasta que el sueño lo venció, entregándose a los brazos del cansancio y caer dormido profundamente. Cuando Jeon se dio cuenta de eso se levantó de su asiento yendo junto al rubio, a pesar de que sabía que no tendría que estar ahí si no cazando con Ryujin, pareciera que ver dormir al chico se le estaba haciendo una adicción, ver la paz y la tranquilidad con la que lo hacía, como ningún humano, sin preocupaciones ni miedos, simplemente se permitía soñar, era lo único que hacía, soñaba.

Jungkook no entendía al chico, ni a si mismo, pero tampoco quería hacerlo, solo deseaba ver dormir a aquel rubio mientras le trasmitía toda la paz que había necesitado desde pequeño pero que siempre negó. Jimin se movió un poco sacando su brazo al igual que su pierna de la cobija, el pelinegro sonrió un poco y con toda la delicadeza posible empezó a acariciar su brazo con un solo dedo, notando los moretones que le había dejado la noche anterior, haciéndolo sentir incómodo, ese hermoso cuerpo no merecía tener algo como eso así que con sus poderes comenzó a esparcir la sangre que estaba acumulada provocando aquellos hematomas, después de unos segundos las marcas de sus brazos desaparecieron, al ver qué funcionó subió sus manos a su cuello haciendo lo mismo llevándose un poco más de tiempo al ser más grande pero al terminar, estuvo satisfecho con el resultado, el último era el del vientre así que con cuidado destapó esa parte y al encontrarlo repitió la acción

-¿Qué haces?- Escuchó, alzando su mirada hacía un Jimin adormilado.

- Te quito esto - Contestó sin apartar el dedo de su vientre, el rubio frunció el entrecejo y alzó un poco su cabeza, notando como el hematoma iba desapareciendo poco a poco. Sorprendido abrió un poco su boca sin apartar la mirada de su vientre

- Listo - Habló el pelinegro apartando inmediatamente su dedo, el rubio lo miró confundido, sin encontrar explicación a lo que Jeon había hecho.

- ¿Por qué lo hiciste?- Cuestionó.

- Estoy arreglando lo que provoqué, así de simple - Contestó sin tomarle mucha importancia.

- Pero ¿Por qué? Se supone que eres malo - Jungkook rio un poco al escuchar las palabras del chico.

-¿Quién te dijo eso? ¿Taehyung?¿La iglesia a la que vas?-

- Todo mundo, todas las religiones, todas las personas sabemos que los demonios son los malos. - Contestó el rubio sentándose, abrazando sus rodillas - Tengo que admitir que eres muy diferente a como me los imaginé -

- ¿Cómo? Con cuernos y pezuñas en vez de pies, llenos de pelo negro y ojos rojos - Habló con burla Jungkook, tratando de no reírse.

- No tanto así, pero con alas al menos - Contestó Jimin alzando los hombros, restándole importancia al hecho de que estaba creando una conversación con el demonio más poderoso del universo.

- Si tengo alas - Mencionó Jungkook. - Pero no puedo andar por el mundo presumiéndolas ¿Verdad?-

-¿Qué? ¿En serio? ¿Las puedo ver?- Preguntó emocionado el chico, causándole aún más intriga al pelinegro - Disculpa mi intensidad pero siempre me han gustado las alas -

- No te entiendo Park, si te das cuenta de lo que soy ¿Verdad?- El rubio asintió. - Soy un monstruo -

- No es cierto, eres un demonio, es muy diferente. -

- ¿Sabes que puedo matarte con solo tronar mis dedos?- Jimin volvió a asentir. - ¿No me tienes miedo?-

- Por alguna razón, no. No me das miedo, Jungkook - Contestó completamente seguro de lo que decía - Tal vez sea por tu aspecto de humano -

- No me compares con los humanos -

- No lo hago, pero pareces uno - Habló Jimin. - A lo que me refiero es que no me das miedo tal vez porqué no tienes pelo en la cara, en la última película de terror que vi el demonio tenía la cara roja y líneas negras, ese si me dio miedo -

Jungkook rio en silencio sin poder creer que un chico como el rubio existiera, se quedó en silencio unos segundos observando al chico que estaba a su lado, notó como movía los dedos de sus pies entreteniéndose, haciéndolo suspirar. Quería seguir pasando tiempo de calidad con él, conocer qué más cosas hacía, las películas que veía, conocer sus gustos, quería estar con él, cosa que empezaba a asustarlo.

- Tu no puedes ser humano. - Habló, llamando la atención del rubio nuevamente.

-¿Por qué?- Cuestionó Jimin

- Porque los humanos me dan ganas de matarlos al momento que los veo. - Contestó, el rubio bajó la mirada, como si la simple palabra de matar lo asustara.

-¿Quieres matarme?- Jeon negó con la cabeza y poco a poco fue cortando la poca distancia que había entre ellos, quedando en frente del rubio, a solo un par de centímetros de los labios que había probado la noche anterior.

- Quiero hacer de todo contigo, menos eso.

- ¿Cómo qué?- Preguntó Jimin curioso. Jungkook sonrió ligeramente antes de inclinarse un poco más a él.

- Quiero adueñarme de cada parte de ti, pequeño - Comenzó a explicar Jeon, en voz baja y ligeramente oscura - De tu cuerpo, tu cabeza...tu alma. Quiero ser dueño de ti.

De inmediato el pulso del rubio comenzó a acelerarse al igual que su respiración tanto por la respuesta de Jeon como por la cercanía. Cuándo vio como Jungkook estaba dispuesto a terminar con esa distancia el chico giró su cabeza a la luna, apartándose.

- Tengo que dormir, mañana no me quiero quedar dormido en clase. - Jeon suspiró en medio de una pequeña sonrisa y asintió

- Bien, duerme. -El rubio, temblando se acomodó en su cama nuevamente, dispuesto a dormir, esta vez sin ser molestado. Dejando a Jungkook completamente confundido con todo lo que empezaba a crecer dentro de él cuando estaba cerca de Jimin.

{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora