{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)

CAP 13: Cacería

Después de la visita a su líder Jungkook de inmediato regresó con Ryujin para bajar a la superficie e ir a cazar. El primer país que escogieron fue América, específicamente en Estados Unidos, Ryujin se encargaba de seducir a algunos varones para que después Jungkook o los matara o simplemente los dejara inconscientes para después convertirlos.

- Espera, mira allá. - Habló Jungkook terminando de noquear a uno, Ryujin volteó a la dirección dónde le había dicho el chico notando como cuatro varones blancos habían acorralado a un muchacho de color y empezar a golpearlo sin piedad.

- ¿Quieres hacerlo solo? - El pelinegro asintió, sus ojos cambiaron de color al ver eso, y poco a poco se fue acercando para después con un pequeño golpe en la carretera provocara una corriente de aire que empujó a los cuatro hombres.

- Muy valientes, cuatro contra uno - Habló el pelinegro llamando su atención - ¿Por qué no lo intentan conmigo? -

Los cuatro varones se observaron intercaladamente para después atacar a Jungkook, o al menos intentarlo.

- Vete - Mencionó el pelinegro hacía el chico de color quién asintió y salió huyendo mientras que el pelinegro noqueaba a dos de un solo golpe, a otro con solo una patada lo tiró para después terminar de noquearlo en el piso mientras que al último lo tomaba del cuello y se lo tronaba de un solo movimiento. - Como los odio -

- Van quince reclutas - Contestó la chica acercándose al pelinegro que aún seguía con sus ojos rojos. -¿Estás bien?-

- Cómo los odio, malditos hijos de puta - Contestó Jeon. - Hay que seguir -

La chica asintió sin querer decir nada, abrió sus alas y de un solo movimiento desaparecieron de la tierra para esconderse en los cielos, sintiendo el aire chocar con sus rostros. A Jungkook siempre le encantó esa sensación, dudaba que hubiera algo que le gustara más que volar, hasta que en su mente aparecía una cabellera rubia jugando con los dedos de sus pies, el solo recuerdo lo hizo sonreír.

- Estamos en México ¿Quieres bajar o nos seguimos a otro?-

- Hay que bajar. - La chica asintió, dejó de mover sus alas y bajó junto al pelinegro de una forma relajada, sin llamar la atención. Los chicos comenzaron a caminar, buscando a sus presas, la primera en tener la suya fue la chica quién se detuvo al escuchar los gritos de una mujer adentro de una casa, Jungkook notó como desapareció de su lado, segundos después la volvió a ver saliendo de una casa con un varón arrastrando.

-¿Te crees muy machito por pegarle a tu esposa?- Preguntó la chica pateando el estomago del contrario. La atención de Jeon pasó a otros gritos de una mujer, el olor del miedo inundaba sus fosas nasales y a pesar de que le gustaba ese olor, le parecía injusto cuando venía de gente inocente así que empezó a caminar hasta llegar a un callejón notando a una chava de no más de veinte años de edad, tirada en el suelo mientras un varón que le doblaba la edad estaba encima de ella sujetándola siendo rodeada por cinco más que esperaban por su turno. Jeon negó con la cabeza, tronó su cuello y sin querer hablar abrió sus alas, se elevó un poco para dejarse caer provocando un temblor en el lugar, tirando a los que estaban al rededor, de un solo golpe fue noqueando a cada uno con rapidez hasta llegar al que estaba encima de la chava, tomarlo del cuello y azotarlo contra la pared más cercana, abriéndole la cabeza, con sus ambas manos empezó a apretar el cuello del varón sintiendo como se revolcaba en ellas sin soltarlo, llenando sus fosas nasales del olor a miedo combinado con el de dolor, su aroma favorito.

- Ya, deja de luchar. - Comentó sintiendo como aún daba espasmos en sus manos. Hasta que dejó de escuchar los latidos de su corazón lo cargó y lo aventó con todo la furia que guardaba en su interior.