CAP 18: Confesión

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El rubio se encontraba en su habitación, pensando en lo que había sucedido el día anterior en la iglesia, no podía creer que había caído nuevamente ante las redes del pelinegro, toda la culpa de la vez pasada regresaba a él pero más intensificada, se sentía sucio al igual que vulnerable, Taehyung no estaba con él, Hoseok parecía leer su mente al verlo y sus demás amigos no tenían una mínima idea de lo que sucedía en su cabeza. No podía mirar a los ojos de su madre, quién comenzaba a notar las actitudes tan extrañas que tenía,.

El chico simplemente no podía vivir en paz, se sentía la persona más terrible y pecadora del faz de la tierra, había traicionado sus ideales, todo lo que le habían inculcado desde pequeño al igual que a su verdadero ser, aunque una parte de él le decía a gritos que era todo lo contrario, que su verdadero ser estaba luchando por salir, que el verdadero Jimin era quién había disfrutado de todo lo que le hacía el pelinegro.
Sin embargo, él se negaba rotundamente a aceptar aquello, él no podía ser así.

Así que tomo la decisión de ir nuevamente a la iglesia, entró casi con miedo, encontrando esta vez a quién quería ver, el sacerdote del lugar, sentado cómodamente en la primera fila de asientos, con sus manos entrelazadas y su cabeza gacha; el rubio se acercó en silencio hasta llegar a dos filas atrás de él, bajó la mirada al recordar como lo habían tomado justamente en frente de todo, suspiró y se persignó, entrelazando sus manos en frente de su pecho, cerrando los ojos, pidiendo perdón cientos de veces en su cabeza a ese ser superior en el que creía.

- Hola Hijo ¿Todo está bien?- Preguntó el padre, llamando la atención del rubio quién abrió los ojos, esos ojos marrones que desbordaban culpa

- He pecado padre - Contestó el rubio, nervioso, temblando a sus adentros, deseando que recibiera el perdón

- Cuéntame ¿Qué ha pasado? -

El rubio suspiró ante el cuestionamiento.

- Yo me... estuve con alguien de mí mismo sexo. - Contestó, bajando la mirada, sin intenciones de decir mas, jugando con sus dedos, temeroso por la respuesta de la persona que lo acompañaba.

- ¿A qué te refieres exactamente con eso? -Cuestionó el sacerdote.

- Estuve sexualmente con él. - Un silencio profundo se adueñó del lugar por unos largos segundos que parecían ahogar a Jimin, quién no sabía interpretar las facciones del padre, hasta que lo vio suspirar y acercarse un poco a él, cuestionando

- ¿Te agradó? - El rubio bajó la mirada recordando todo lo que había sentido aquellas dos veces que se entregó al pelinegro, volvió a vivir cada sensación, cada toque, cada palabra, provocando que su piel se erizara únicamente por los recuerdos. Sin alzar su rostro asintió, un asentimiento casi imperceptible pero que el padre entendió a la perfección - Debes de arrepentirte y suplicar el perdón a nuestro señor por el gran pecado que haz cometido.

Jimin suspiró nuevamente, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.

- ¡Pero hazlo ahora! -Ordenó el varón, tomando a el rubio de el cuello, levantándolo - Ve y arrodíllate en frente de nuestro señor -

Jimin asintió, limpiando sus lágrimas yendo a la parte de en frente de la iglesia

- ¡Arrodíllate y pide perdón! -

El rubio obedeció, colocando sus rodillas en el suelo en frente de las imágenes, justamente dónde Jungkook y el habían estado el día anterior. Negó con su cabeza tratando de espantar esos recuerdos, entrelazando sus manos, subiéndolas a la altura de su pecho para comenzar a pedir perdón por sus pecados cometidos, por la vez que pasó en su habitación, por el día anterior en ese mismo lugar, pidió perdón por el hecho de haber disfrutado algo así, por encontrar a Jungkook como alguien atractivo y por querer volver a verlo. Estaba jurando ante una imagen de yeso que no volvería a caer ante la tentación de tener las manos del pelinegro en su cuerpo y que jamás se volvería a acercar a él ni para hacer una mínima plática, pero, si eso era lo que hacía ¿Quién lo protegería ante la amenaza que corría? ¿acaso también debería pedirle ayuda a esa imagen? ¿pedirle protección a algo que no tiene vida propia? Era claro que no, que el único que podía salvar su vida era Jeon y que, queriendo o no, tenía que mantener contacto con él.

{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora