Cap 25: Escapar

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Jungkook llegó a su vivienda en los cielos, con la respiración pesada, tomando una botella de vino sirviéndose una copa, tomándola de un golpe, tratando de relajarse, al ver que no funcionó aventó la copa al otro lado de la habitación, rompiéndola, tomando la botella también aventándola, sacudiendo su cabello con desesperación. Había cagado todo, sabía que era la última vez que estaba ahí, todos sabrían que si Ryujin había muerto él era el causante, el mismo Robert lo había dicho.

—¡Estúpida!— Gritó tomando la mesa que estaba ahí, aventándola, comenzando a romper todo a su paso, tratando de desahogar esa furia que crecía dentro de si mismo, no por lo que había hecho, sino por lo que la alada estuvo a punto de hacer, y por el hecho de que Jungkook no pudo dejar a Park morir, a pesar de que consideró lo idea, simplemente el solo hecho de pensarlo le hervía la sangre. Nadie le arrebataría a Jimin, ni siquiera Ryujin, que era el único ser al que le había dolido asesinar.

El alado suspiró, tratando de relajarse, sentándose en el sofá, observando el panorama, todo el lugar estaba desecho, sin embargo era lo que menos le importaba, sabía lo que necesitaba para relajarse, pero en esos momentos no se podía dar el lujo de ir a la habitación de Jimin para observarlo dormir, que era lo que normalmente lo tranquilizaba, solo tenía que buscar la forma de que la muerte de su compañera no alertara a los demás y de alejar a Jimin de esos asquerosos seres que olían la bondad, necesitaba un refugio para su chico. Su mente se transportó a su pasado, odiando el hecho de que no hubiera otro lugar más seguro que su casa de cuando aún no era un demonio. Le tocaba enfrentarse a sus sombras.

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Pasaron dos días en los cuales Jungkook no se comunicó con Park, preocupando al chico, realmente esperaba que no tuviera problemas, alguna vez entre sus conversaciones nocturnas le había hablado sobre Ryujin y la gran amistad que tenía, el hecho de haber terminado con su vida para salvar la de él parecía que había mortificado demasiado a Jeon.

Jimin estaba sentado en su escritorio, tratando de terminar sus deberes de la universidad cuando sintió una pequeña presencia atrás de él, inmediatamente se giró, viendo al pelinegro, recargado en la puerta, con su mirada hacia la ventana y sus manos en los bolsillos de su pantalón de vestir, con su semblante serio, sin intenciones de hablar.

—¿Todo bien?— Preguntó el rubio, mirándolo curioso, sin recibir respuesta — Bien, entiendo que no quieras hablar —

El chico se giró nuevamente, colocando su atención en sus deberes nuevamente, esta vez un poco mas tranquilo que antes ya que al menos, sabía que el pelinegro estaba vivo. Estuvieron unos minutos en silencio, ninguno dispuesto a hablar, Jeon estaba ahí por una razón y no solo para estar con el chico, no sabia como decirle que en esos momentos su vida corría peligro, que Robert se daría cuenta de todo y que haría hasta lo imposible para encontrarlo. Claramente tenía un plan, solo esperaba que el rubio aceptara. 

— Jimin... Tengo que decirte algo — Habló Jungkook llamando la atención del rubio, quien se giró hacia él, prestandole su atención — Ya no estás seguro aquí —

— ¿De qué hablas? ¿Ya no me vas a proteger? — Cuestionó Park asustado.

— Para que eso suceda es necesario que me maten, sin embargo, con la muerte de Ryujin todo cambió, mi lider sabía que el único que podía matarla era yo — Contestó el pelinegro comenzando a acercarse al chico — No puedo permitir que te alejen de mi —

— ¿Entonces? ¿Qué haras? —

— Lo que haremos es que te llevaré a un lugar en donde sé que estaras seguro ¿bien? — Explicó el pelinegro, tomando los dos bordes de la silla en donde estaba sentado el contrario.

— ¿Cómo que a un lugar? — Cuestionó Jimin, confundido, esperando que haya entendido mal.

— No puedes quedarte aquí — Aclaró Jeon.

— Pero, aquí tengo todo, a mi familia, la universidad, los chicos, no puedo simplemente irme y ya — Habló el rubio frunciendo el entrecejo — ¿Qué se supone que le diga a mi mamá? —

— Puedes decirle que te conseguiste una beca en otro lugar y listo—  Recomendó Jungkook.

— No, no puedo irme de aqui ¿Y Tae? ¿Qué va a pasar con los chicos? —

— Jimin, te va a gustar el lugar, lo prometo — Insistió el pelinegro.

— Es que no entiendes, mi vida entera esta aquí —

— Si no te vas los pondrás a todos en peligro ¿Qué crees que pase cuando te encuentren? ¿Qué te llevaran solo a ti y dejarán a tu familia en paz? Por favor Jimin, te creía más inteligente — Explicó Jeon alejándose del rubio, viendo como fruncía el entrecejo.  — Los van a matar y si te encuentran en la universidad harán lo mismo con tus amigos — 

Jimin guardó silencio unos segundos, tratando de pensar en la situación, aunque si era como le decía el pelinegro, no tenía muchas opciones. 

— Puedes dejar de venir si es lo que quieres — Habló Jimin bajando la mirada, escuchando una risa sarcástica de parte del contrario. — Y no lo digo por mal agradecido o porque ya no quiera verte, sino porque se ve que te estoy causando demasiados problemas y yo no quiero eso. Jamás quise ser una molestia.

Jungkook lo observó unos segundos para después suspirar y acercarse nuevamente a él, tomándolo del menton para que alzara la mirada.

— Aunque quisiera alejarme de ti no puedo, ayer estuve dispuesto a dejarte morir en manos de Ryujin, la única en la cual hubiera confiado mí vida, pero no pude hacerlo, no puedo Jimin. — Explicó Jeon — Jamás en la vida me había dolido matar a alguien, jamás en todo este tiempo me dolió algo, hasta ayer que tuve que matar a mi compañera de vida para salvar la tuya.

— Lo siento — Susurró Jimin apenado, apartando sus ojos de los del pelinegro, mostrando lo culpable que se sentía.

— Y no te estoy culpando, ni siquiera la culpo a ella, supongo que su reacción fue normal después de todo — Habló el pelinegro entre suspiros, viendo como los ojos de Jimin conectaban nuevamente en los de él.  — Solo quiero hacerte entender que no te voy a dejar morir, no voy a dejar que alguien más te tenga, porque eso es lo peor, que no solo te van a matar y ya, te van a usar Jimin, te van a hacer cosas asquerosas, cosas que ni siquiera te imaginas. No te van a alejar de mi, eres mio. —

El rubio aparto la mirada por segunda vez de los ojos oscuros del contrario, tímido ante el ultimo par de palabras que escuchó. 

— Mírame — Pidio Jeon, sin ver resultados — Mírame, Jimin— El mencionado hizo caso, alzando la mirada, conectando con los fanales del contrario, sintiéndose pequeño ante la mirada profunda que le dedicaba. Jeon suspiró, bajando su mirada a los rojos labios de el chico que estaba en frente de él, y sin pensarlo mucho, se acercó a ellos, tomándolos entre los suyos, necesitado de contacto, de aquella tranquilidad que le otorgaba el rubio, olvidando todo a su al rededor, olvidando su traición, olvidando a la persona que vería en unas cuantas horas, olvidando a su líder, a lo que probablemente le harían, lo que estaba comenzando, olvidó todo, solo se enfocó en aquél beso que había necesitado en ese par de días que no bajó. Por inercia el rubio subió sus manos a el cuello del contrario, profundizando más el beso, aturdiendo al contrario, provocando que el demonio bajara sus manos a los muslos de Park, tomándolos con fuerza para cargarlo y así poder ir a la cama, sentandose con el contrario en su regazo, sin separarse ni un solo segundo de sus labios, empezando a aumentar la velocidad de sus movimientos.

— Te necesito, kook — Susurró Jimin separándose solo un par de segundos del beso, pegando su frente con la del pelinegro, quién al escuchar aquella oración se sintió en el jodido cielo, o mucho mejor.

— Me encanta que me digas así. — Sus labios se volvieron a unir al igual que sus pieles así como los latidos de sus corazones, corazón que Jungkook creía existinto, hasta que probó los labios de Jimin entre los suyos por primera vez; todo al rededor eran solo ellos, hasta que la puerta se abrió y una tercera voz se hizo escuchar en la habitación.

—¿Jimin?—

{ SOUL - KOOKMIN } (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora