43

7.6K 769 231
                                    

COMO EMPEZAMOS
A AMARTE...

Tetta Kisaki, siempre pensó que todo su amor iba a ser única y exclusivamente para Hinata Tachibana su amiga de la infancia hasta que lo conoció a él, al inicio pensó que lo que sintió ese día en su corazón era simplemente odio, jamás en su corta vida había sentido una emoción parecida así que no pudo asimilarla, el ver la capa roja ondenate pasar frente a sus ojos en tan solo unos segundos hizo que entrara en un estado de shock, cuando pudo reaccionar volteo a ver hacía donde había corrido el de ojos azules lo vio tirado en el suelo al parecer era un pequeño niño con complejo de héroe, aunque no pudiera ganar una batalla estaba dispuesto a proteger a los demás, Kisaki sonrio para si mismo ese complejo siempre le había causado mucho asco pero no en este momento, se le hacia lindo por así decirlo, en cuanto esas palabras pasaron por su mente las elimino enseguida, el odiaba al otro no podía permitir que le arrebate a Hina.

-No perderé ante ti "héroe"-dijo retirándose del lugar, en ese instante pensaba que no lo vería en un futuro cercano pero estaba equivocado, cada que iba caminando con Hina hacia su casa los dos se detenían un momento a observar el parque, sabía el porque lo hacían pero no sabía el porque no se negaba a hacerlo, corriendo de un lado a otro con su capa de héroe y con una sonrisa brillante en el rostro era el mismo niño que había salvado a Hina, siempre estaba en el parque jugando a rescatar gente, a los pocos días de estarlo viendo se entero de su nombre-Takemichi, es un buen nombre-murmuró sin pensarlo.

Kisaki ya no veía a Tachibana Hinata como solía hacerlo, no le emocionaban más sus halagos hacia su inteligencia y su compañía empezaba a resultar un poco fastidiosa, esto había sido culpa de dos enormes ojos azules, le aterraba la idea de enamorarse de un chico es por eso que se convencía que lo que sentía era odio no podía gustarle un hombre, jamás lo admitiría, pero como siempre se dirigió al parque, aveces solamente se dirigía a ese lugar sin darse cuenta. Ya estaba sentado en las bancas del parque buscando al chico pero no llegó, por el siguiente mes no apareció por ningún lado.

La ausencia de Takemichi le causaba un vacío en el pecho, quería seguir viendo la sonrisa del otro, fastidiarse con la risa estruendosa que hacía cuando algo le era divertido, en estos instantes se sentía vacío.

La temporada de lluvia había comenzado, ese día se habían cancelado las clases porque la lluvia no dejaba de caer muy fuerte, pero algo le decía que tenía que ir al parque el día de hoy, se puso sus zapatos y corrió hacia el parque, sentía que le faltaba aire en sus pulmones y no podía ver por el agua, pero quería llegar cuanto antes.

-Acaso soy idiota-se dijo a si mismo al ver el lugar vacío, simplemente estaban él y la lluvia, se dirigió a paso lento a la banca donde siempre se sentaba, se sentó, dejó que el agua recorriera su rostro y cerró los ojos-¿De verdad pensé que vendría hoy?

-¿Estás bien?-reconoció la voz enseguida hace tanto tiempo no la escuchaba había extrañado esa voz-al parecer no soy el único tonto que sintió que tenia que venir al parque, es extraño-se sentó al lado de Kisaki y se pego a el como si fueran amigos de toda la vida-solía venir a este parque diario a jugar, pero hace un mes me lesione la pierna, no fue nada grave pero mi madre se preocupo y no me dejó salir, extrañaba este lugar-el de lentes no contesto nada simplemente permaneció sentado en silencio, mientras tanto Takemicchi balanceaba sus piernas en la banca un poco aburrido, observo a Kisaki a su lado y noto su mirada un poco apagada-toma.

-¿Qué es esto?-dijo mirando el objeto que el ojiazul le estaba dando.

-Es una piedra mágica que se lleva todas tus tristezas, me ha ayudado mucho, espero que a ti también te ayude además se parecen a tus ojos un azul más opaco y oscuro, me gustan mucho son muy bonitos-le regalo una sonrisa muy bonita y fue cuando se Kisaki se dio cuenta, no podía seguir negando sus sentimientos, le gustaba Takemichi mucho más de lo que le llegó a gustar Hinata, se sentía feliz con su presencia-me tengo que ir adiós, deberías ir a casa también, toma un baño caliente o si no te vas a resfriar por culpa de la lluvia-esa había sido la primera y última plática que habían tenido.

ALL X TAKEMICHIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora