Dylan Danger |DD#1| - Akary Gressed

Capítulo 23 - El After Party. (Parte 1)

Nick y Abbie se habían ido a sus casas a cambiarse de ropa, yo deje a Damien  casa  de Akon y Dylan insistió en acompañarme a la mía y cuando llegáramos el se iría, para  luego pasar por mi nuevamente e irnos a la fiesta. Por suerte papá no llegaría aún , porque no se que pensaría si me viera irme con un chico en una moto. Varias veces había evitado la conversación con papá sobre Dylan, el estaba muy curioso sobre "el chico que no se movió del hospital hasta que despertaste. No podía simplemente decirle que Dylan y yo eramos amigos pero que nos habíamos besado, que yo ya había salido con el a una Cita, que el fue quien me sacó del hospital y que gracias a él, Akon no me quiere dirigir la palabra por lo cabreado que está. Lo extraño mucho, el es importante para mi, no voy a permitir que una amistad como la nuestra se vaya a la mierda por una estupidez, se necesitaría mucho más que algo como esto para que yo me alejará de el.

Tome una ducha y busqué una ropa en el armario entre casual, sencillo pero elegante y sexy. Mientras cenaba, Dylan tocó a mi puerta, entrando después del primer toque, sin esperar a que nadie le abriese.

-Oh claro pasa, ésta es tu casa - dije sarcásticamente.

-Lo siento - mostró su blanca dentadura en una sonrisa - Estás muy linda esta noche Ann.

Sentí el rubor extenderse por mis mejillas - Gracias.

El vestía de forma normal, traia vaqueros oscuros y una camiseta de color gris con el nombre de una banda que no reconoci acompañada de su chaqueta negra de cuero. Una colonia con olor a menta estaba impregnando el aire, haciendo que yo respirara de forma más profunda para absorber ese aroma proveniente del chico de ojos azules.

-Annie, yo.. Lo siento mucho por lo de Akon, en serio no quería que esto pasara entre ustedes, no estoy aquí para romper su relación.

Se que lo que Dylan hizo no lo hizo con malas intenciones, lo que había pasado con Akon no era su culpa, bueno, si lo era pero no era como si yo fuese a decirle eso.

-No Dylan, descuida, ya se le pasará - sonreí y el hizo lo mismo.

En un momento su mirada se cruzó con la mía, y cuando quise parpadear ya estaba delante de él, mirando hacia arriba para poder ver sus ojos, sus labios estaban entre abiertos y yo no podía dejar de mirarlos, esos bellos y suaves labios que me provocaban besarlos hasta que no pudiera sentir nada en ellos, estaba hipnotizada, no podía dejar de verlos. Reuniendo cada gota de mi autocontrol, cerré los ojos fuertemente para olvidar ese sentimiento que me producia estar tan cerca de él, di un paso atrás.

-¿Nos vamos Dylan? -pregunté. La tortura que estaba sintiendo en ese momento fue disimulada con una sonrisa forzada que brotó de sus labios, haciendo que mi autocontrol estuviera a punto de ceder, pero eso no sucedería, no esta noche.

-Vamos, Annie.

Me tomó de la mano y nos dirigimos hacia la salida, cuanto íbamos a atravesar la puerta Dylan suspiró y se dió la vuelta.

-Ann yo... Lo siento mucho - En su mirada había angustia, sus ojos estaban iluminados.

-¿Porqué te disculpas? - Pregunté

-Por ser un imbecil Annie, por eso.

-Has sido un imbecil antes de conocerme, creo que no deberías disculparte por eso, supongo, que si voy a aceptarte debo hacerlo con todo y defectos, sobretodo los de fábrica.

Lo que dije no pareció un consuelo para el, pero de todos modos asintió y me ayudó a subirme a la moto. El trayecto fue silencioso, no me sentía muy bien, estaba indispuesta. Me abracé a el fuertemente a su abdomen, sintiéndolo. Al principio se puso tenso pero luego liberó una de las manos y acarició las mías, regresandolas rápidamente al timón de la moto.

Llegamos a la fiesta que sería en casa de Black, chico del cual no se el nombre y tendría que averiguar para dejar de referirme a el con su apellido. La música se escuchaba bastante alto como para ensordecer a cualquiera que pasase más de una hora allí dentro, los adolescentes ya ebrios estaban fuera bailando algo que dudaba seriamente que fuera lo mismo que se escuchaba dentro de la casa del equipo de música. Dylan y yo íbamos entrando, al atravesar el jardín vi varias parejas haciendo cosas que traumarian a cualquiera pero supongo que eso es lo que se hace en las fiestas, y si así era, yo no iba a unirme a la tendencia.

Entramos a la casa y Dylan me tomó de la mano, su agarre fue firme pero suave, sus dedos entrelazados con los míos encajaban a la perfección, su Palma estaba caliente transmitiendo tranquilidad. Alcanzamos a ver a Damien, Black y los otros jugadores y quise ir a saludar.

-¡Hola chicos! - grité por encima de la música -¡Felicitaciones!

Dylan saludo con un pequeño asentimiento de cabeza.

-¡Hey Ann! - saludó Damien - ¿Que hay Danger? - saludó con una gran sonrisa en la cara.

-Hola - dijo Black en tono seductor, descaradamente mirándome de arriba hacia abajo sin importar que Dylan estuviera a mi lado, sosteniendo mi mano. La apretó suavemente cuando Black se me acercó, iba a darme un beso en la mejilla y me puse rígida. Dylan lo empujó hacia atrás haciendo que el callese de espalda contra los otros tipos.

-¿Qué te pasa amigo? - gruño -¿Que no ves que ella está conmigo? ¿O necesitas que te lo haga ver? - dijo tan cerca de su cara que podían besarse con hacer un mohin.

-Aléjate amigo, no me gustan los hombres, estas demasiado cerca. - dijo Black retando a Dylan quien apretó mi mano más fuerte. Reuní todas las fuerzas que tenía y halé a Dylan hacia atrás.

-Ya Dylan por favor, ven vamos a otro lado - Dylan seguía lanzándole dagas incendiadas a Black con los ojos pero me siguió.

-¡Annie aquí! - escuché ese chillido familiar y me di vuelta. Ahí estaban Abbie, Nick, un chico que no había visto antes pero que si lo mirabas bien notabas que se parecía mucho a Abbie y Akon, quien lo primero que hizo antes de mirarme a mi, fue mirar a Dylan y luego a nuestras manos entrelazadas.

-Hola chicos - saludé.

Dylan se tensó al ver la forma en que Akon lo miraba, me Susurró al oído que iría por algo de tomar y se fué luego de saludar a los chicos. Entiendo lo que hizo, se perfectamente que Dylan no le teme a Akon pero que si haría lo posible por evitar discusiones con el, sabiendo como están las cosas.

-Oye Ann, linda chaqueta - Sonrió Nick. Abbie y yo rodamos los ojos.

-Gracias Nick. - sonreí de vuelta.

Akon seguía en silencio, solo me miraba.

-Oye Ann, este es Abel, mi hermano. - señaló al chico de ojos cafés que estaba a su lado.

-Un placer - extendió su mano y sonrió, una sonrisa encantadora que hacía que se formaran unos adorables hoyuelos en sus mejillas. El pelo caía sobre su frente, pelo castaño, labios llenos y era de la misma estatura que Akon, no era delgado, tenía buenos músculos, probablemente practicaba algún deporte.

-El placer es todo mío - le sonreí

Akon se removió incómodo, debatiéndose en si hacer algo o no , se acercó a mi oído y Susurró :

-¿Podemos hablar, a solas?