Dylan Danger |DD#1| - Akary Gressed

Capítulo 14 - Efecto Damien.

Había pasado toda la noche anterior hablando y haciendo bromas con los chicos para evitar pensar en lo acontecido, Damien no dejo de molestarme diciendo que estaba loca por el y que resistirme, irónicamente me hacía ante el más irresistible.

Eran casi las 10 y estaba cenando con papá en el comedor, como rara vez hacíamos.

-Cariño, ¿Qué te pasa? - Preguntó mi padre.

-Na... Nada papá ¿Porqué?

-Pues porque vives devorando toda la comida que encuentras en la casa y no has probado nada de tu plato - Lo señaló

Y tenía razón.

-Es que comí donde Akon papá, lo siento - Mentí.

Realmente la rabia que yo sentía en ese momento no me permitia comer.

-¿Es por un chico? -preguntó tomándome por sorpresa.

-Si papá, es por un chico.

-¿Y cual es el problema?

-El problema es que ese chico un día me habla todo dulce, es romántico, atento y cariñoso, pero otro día es frio e insensible. ¡Me está volviendo loca! No se lo que siente por mi papá, porque el tampoco me lo dice. Y lo peor de todo es que ni siquiera somos algo.

-El está confundido Ann, aveces los hombres no sabemos como expresar nuestros sentimientos hacia ustedes, por miedo rechazo quizá, o por miedo a no ser correspondidos generalmente.

-Pá, yo si le he hecho ver a el que me importa.

-¿Se lo has dicho?

-¿No crees que los hechos son más importantes que las palabras? - pregunté

-Los son pequeña, pero aveces los hombres somos tan estúpidos que no nos damos cuenta de las cosas aunque la tengamos en los ojos.

-Con eso estoy totalmente de acuerdo.

Luego de esa charla con mi padre me fui a mi habitación, luego de hablar un rato con Abbie por teléfono me dispuse a dormir, se me hacia tarde y no quería seguir contribuyendole a mi aspecto de zombie con lepra quedándome hasta tarde.

*

-¡Hora de despertar! - Gritó Akon entrando en mi habitación, pero yo ta estaba despierta.

-Buenos días Akon - dije. El frunció el ceño.

-¿Porqué no me gritaste, agrediste o insultaste? - preguntó

-No lo sé, creo que me estoy enfermando- sonreí inocentemente.

-Si, con eso estoy de acuerdo. ¡Vamos levántate que llegamos tarde!

Realicé todo lo de mi rutina matutina, bañarme, lavarme los dientes, peinarme, bla bla bla y baje las escaleras en la espalda de Akon.

-Buenos días Annie - Saludó Damien desde el sofá de mi salón.

-Buenos días Damien - respondí con amabilidad.

-Estás muy linda esta mañana.

-Si, la mayoría del tiempo - dije y sonreí.

-¡Esa es mi chica! Estás aprendiendo. - dijo con una actuada felicidad.

Nos pusimos en marcha hacia la universidad, un poco más temprano que de costumbre para que Damien pudiera terminar de matricularse ya que había llenado un formulario por Internet y era poco lo faltaba, pero aún tenía que recoger sus horarios que seguramente, coincidirán mucho con los míos.