La semana pasó volando, nisiquera me había dado cuenta, el lunes parpadee y ya era viernes en la noche, Dylan se había presentado a clases todos esos días sin faltar, me había invitado el almuerzo varias veces, se quedaba conmigo cuando veía las prácticas de Damien ( solo cuando Akon no estaba) y había estado bastante atento, mañana en la mañana iríamos a casa de su abuela que quedaba en un pequeño pueblo cercano a aquí, unos 50 minutos de camino según la aplicación que descargué en mi móvil. En ese momento estaba cenando con papá, disfrutando este pequeño pedazo de tiempo que el me regalaba y que a mi me encantaba compartir.
-Entonces, ¿Cómo te fué en la escuela? - preguntó mientras cortaba un pedazo de carne.
-Todo bien papá. Presencié una discusión bastante comprometedora entre dos maestros en la parte de atrás de la escuela, creo que ellos están - un estremecimiento corrió por mi espalda - saliendo.
-Eso es muy raro - comentó papá con el ceño fruncido - y traumante.
-Creo que estoy de acuerdo pa.
El señor Cipriano, profesor de física y la Srta Julie maestra de Recursos humanos estaban discutiendo, así como una discusión de pareja, puede no sea así, pero entonces ¿Porqué estarían ellos escondidos allí detrás gritandose? Creo que no quiero saberlo.
-Quiero que celebremos navidad en el restaurante principal - comentó sacándome de mis pensamientos -Lo decorariamos, haríamos platos especiales, música, bebida, ya sabes. Podrías invitar a tus amigos, vendría John y Kamille estará aquí para la fecha, según me dijo John ella vendrá para el cumpleaños de Akon el domingo.
-Claro papá eso suena muy bien, y si, Kamille llega el domingo justamente, según Akon no pudo hallar vuelos antes y el trabajo tampoco le permitiría venir antes.
Akon estaba muy entusiasmado con la llegada de su madre, a pesar de ser tan recta, Kamille había sido una persona muy agradable. Siempre fue muy apegada a su hijo y viceversa. Ella tenia otro hijo que no había tenido con John, si no con el hombre que se había casado y con el que vivía actualmente en Los Angeles, su nombre es Tommy, un pequeño de 3 años de ojos cafés y pelo castaño al igual que Akon. Al parecer los rasgos de Kamille eran muy fuertes.
Luego de la cena me senté en el sillón de la sala a ver los deportes con papá, me gustaba el tiempo padre e hija, no entendía nada de lo que veía, yo solamente asentia a todo lo que el decía. Mis párpados se sentían pesados y por más que luché para mantenerme despierta un poco más, el sueño me venció.
*
Me levanté temprano y le hice el desayuno a papá antes de que este se fuese al trabajo. Hice todos mis deberes del sábado y tome una ducha. No tenía ni la más mínima idea de que me pondría, no quería verme inapropiada para conocer a la abuela de Dylan y su hermana, tampoco quería vestirme de una manera que pareciera que me había esforzado demasiado para verme sería o conservadora. Me decidí por unos vaqueros ajustados pero no demasiado de color azul claro, un top holgado con estampados de emoticons de varios colores, mis vans de color negro y una chaqueta del mismo color. No me veía ni muy arreglada ni muy descuidada, eso estaba bien para mi. Unos minutos más tardes escuché la bocina de la moto de Dylan sonar afuera. Me apresuré a tomar mis cosas en un pequeño bolso y baje las escaleras rápidamente. Abrí la puerta y allí estaba el, pantalones de color claro desgastados, una camiseta de color gris que marcaba su perfecto y envidiable abdomen y su usual chaqueta de cuero. Su pelo negro azabache caía en ondas sobre su frente ondeando con la brisa, sostenía su intensa mirada en mi, observándome de pies a cabeza sin pestañear.
-Hola - su mirada escrutadora ya me estaba pidiendo nerviosa - Tierra a Dylan - moví una mano efusivamente delante de su rostro.
-Hola Annie, te ves muy preciosa. - me dedicó una sonrisa torcida.
-Gracias, tu no te ves tan mal. - sonrei de forma burlona.
-Hmmm¿Gracias? - sonrió ampliamente esta vez.
-No es nada.
Me extendió la mano y la tomé, la calidez de su toque hizo que mis piernas se aflojaran un poco. Me dió el casco y cuando encendió la moto, mi modo bebé canguro se puso en modo encendido.
En realidad, hubiese preferido que fuéramos en mi auto, talvez ir sentada sin brisa golpeando mi rostro que me hiciera llorar hubiese sido más reconfortante, pero a Dylan le gustaba andar en su moto y yo no quería incomodarlo.
De vez en cuando Dylan me daba un vistazo por el espejo retrovisor para comprobar que estuviera bien, y lo estaba.
40 minutos más tarde estábamos en la entrada de un pequeño pueblo al oeste de la ciudad, habían unas pocas casas a muchos metros las unas de las otras, pero de veían muy coquetas, sobre todo porque todas estaban pintadas de colores pasteles lo que llamaba mucho la atención aunque no eran colores llamativos del todo.
Atravesamos la calle que tenía casas en ambos lados de la acera, en algunas de las galerías llegue a ver a varios envejecientes sentados en sus mecedoras tomando no sé que cosa en sus tazas y hablando. Nos detuvimos en una casa de color amarillo pastel con un hermosos jardín de margaritas que adornaban la entrada, se veía armoníca. Habían árboles alrededor de la casa lo que hacía que una brisa fresca arrastrará el olor de las flores hacia mis fosas nasales, esto era pacífico, relajante.
La puerta se abrió revelando una señora de baja estatura con pelo de color negro y esa intensa mirada hechizante que se encontraba en el rostro de Dylan, era corto y ondulado. Su sonrisa se ensanchó cuando nos vió. Detrás de ella salió una chica, un rostro familiar que había visto yo anteriormente, pelo rojo tenido hasta la espalda baja y ojos azul intenso, labios gruesos de color rosa natural y hoyuelos adorables, la chica se quedó parada mirándome de la misma manera en que yo lo hacía, sabiendo que me conocía como yo a ella pero no me esperaba aquí.
Dafne.
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Dylan Danger |DD#1| - Akary Gressed
Teen Fiction- ¡Mantente alejada de él ! - gritó Akon caminando de un lado a otro, intentando hacer un hoyo en el piso de mi habitación. - ¿Cuál es tú problema? ni siquiera lo conoces. - Tal vez no lo conozca, pero sé lo suficiente para no quererlo cerca tuy...